Corea del Sur y Estados Unidos han comenzado a desplegar en territorio surcoreano el escudo antimisiles THAAD, un día después de que Corea del Norte lanzara cuatro misiles balísticos.
Los primeros elementos del Sistema de Defensa Terminal de Área a Gran Altitud (THAAD siglas en inglés) han llegado a la base aérea de Osan, al sur de Seúl. Según la agencia Yonhap, el sistema podría estar desplegado en uno o dos meses y ser operativo a finales de año.
"Las provocaciones continuas de Corea del Norte, incluyendo el lanzamiento de varios misiles, sólo confirman lo prudente que fue nuestra alianza el año pasado al decidir el despliegue de THAAD a Corea del Sur", ha declarado el comandante del mando de EE.UU. en el Pacífico, almirante Harry Harris.
Este lunes, Corea del Norte lanzó al mar cuatro misiles balísticos como respuesta a las maniobras militares que celebran estos días EE.UU. y Corea del Sur por debajo del paralelo 38, ejercicios que Pyongyang considera un ensayo para la invasión.
El régimen de Kim Jong-un ha admitido que el lanzamiento de prueba de estos misiles, que volaron unos 1.000 kilómetros y cayeron cerca de la costa de Japón, tenían como objetivo simulado las bases estadounidenses en ese país.
El Consejo de Seguridad de la ONU se reúne este miércoles para analizar la situación.
Protesta de China
China ha protestado porque considera que el THAAD, dotado con un radar de largo alcance, es una amenaza para su territorio, aunque tanto EE.UU. como Corea del Sur aseguran que el único objetivo es disuadir a Corea del Norte.
"Quiero enfatizar que nos oponemos firmemente al despliegue del THAAD en Corea del Sur y tomaremos firmemente las medidas necesarias para defender nuestros intereses en materia de seguridad", ha declarado el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Geng Shuang, en rueda de prensa.
Geng ha pedido "encarecidamente" a Washington y Seúl que paralicen la instalación del escudo y ha advertido que ambos serán responsables de "todas las consecuencias" derivadas de su instalación.
Como represalia contra Seúl, Pekín ha decidido boicotear a las industrias surcoreanas del turismo, las ventas minoristas o el entretenimiento, que dependen enormemente del país vecino.
Rusia: es una amenaza al equilibrio
Por su parte, Rusia ha advertido que el despliegue puede llevar la situación en la península coreana a un callejón sin salida.
"Este paso puede minar el equilibrio estratégico porque Washington está estableciendo un nuevo segmento del escudo global de defensa de EEUU en el norte de Asia, cerca de la frontera rusa", ha declarado a Efe el jefe del comité de Asuntos Exteriores de la Duma (cámara baja), Leonid Slutski.
"Esto ya es una amenaza directa para la seguridad de nuestro país", ha añadido.