El ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro, ha anticipado este jueves que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2017 tendrán que ser "exigentes", al tener que rebajar el déficit 16.000 millones en el año "más difícil".
Montoro ha afirmado en su comparecenca en la Comisión de Hacieda del Congreso que el crecimiento económico actual es "sano y saludable" pero ha incidido en que el reto para esta legislatura es reducir los niveles de deuda pública, "que hoy mantiene un nivel muy alto".
Montoro ha bromeado con que "comenzamos por lo difícil" y cree que "2018 será más fácil" al manejarse ya en el entorno del 3% déficit. España ha establecido de acuerdo con Bruselas una reducción del déficit en 2017 desde el 4,6% hasta el 3,1%.
España saldrá entonces de los procedimientos de corrección de déficit excesivo de las instituciones europeas, explicó Montoro, lo que supondrá que nivel de vigilancia será menor y se ganará en margen de maniobra.
El gasto crecerá menos que la actividad económica
Aún así, en esta línea de contención del gasto, Montoro ha asegurado que en los próximos ejercicios el gasto público crecerá a un ritmo inferior al de la actividad económica.
Asimismo, el ministro ha querido reivindicar el esfuerzo que ha hecho el gobierno en gasto social. Según Montoro, en 2016, por primera vez en la historia, el gasto social -que incluye Educación, Sanidad y protección social- superó los 300.000 millones de euros.
El portavoz socialista, Pedro Saura, ha recriminado sin embargo al ministro que las cifras de gasto social que toma el ministro no se ajustan a la realidad, y se ha referido a que en volumen y en términos absolutos el presupuesto para gasto social se ha reducido hasta un 20% en la anterior legilslatura.
Mayor recaudación en 2016
También se ha felicitado de que la recaudación procedente del IRPF y del IVA en 2016 sume cerca de 135.000 millones de euros, unos ingresos superiores a los registrados en 2007, año en el que la economía española "estaba en plenitud", ha dicho.
Sin embargo, ha añadido que la recaudación del Impuesto sobre Sociedades estará lejos de la de 2007, en torno a la mitad, por lo que ha argumentado que ésta es la razón por la que el Gobierno ha aprobado un cambio en este impuesto. Con estas recaudaciones, Montoro ha señalado que se conseguirá en 2016 reducir el déficit público y mantener la equidad del conjunto el sistema tributario.
Montoro también ha avanzado que ve necesaria una reforma de la Ley de Morosidad para penalizar a las empresas que mantengan deudas con la administración.
El ministro también se ha referido a la política fiscal, lamentado que en España no haya el nivel de compromiso que se da en otros países. Alberto Garzón, de Unidos Podemos, ha afeado en ese punto al ministro que pida esa responsabilidad un ministro que ha aprobado una amnistía fiscal.
El fin de la crisis está en los 20 millones de empleos
En cualquier caso, Montoro que ha ofrecido su mano tendida para el acuerdo y ha defendido que él ya demostró su talante enla primera legislatura con Aznzar, piensa que la presente Legislatura "tiene mucho mejor aspecto" que la del primer Gobierno de Mariano Rajoy. "Por lo pronto, tiene mucha mejor perspectiva", insistió. Según el ministro, la política económica del Gobierno es "coherente", pero quiso dejar claro que eso no significa que sea "inmóvil o rígida".
En cualquier caso, el ministro de Hacienda ha establecido el punto de fin de la crisis en alcanzar los 20 millones de empleos. Una cifra que el ministro ve factible dentro de una senda de recuperación de empleo que, según el ministro, en 2016 permitió general medio millón de puestos de trabajo, que es el "objetivo que da lugar a toda la acción del Gobierno".
Montoro ofrece "flexibilidad"
Montoro subrayó que "partiendo de unos principios fundamentales" como es la consolidación fiscal o la garantía de la prestación de los servicios públicos y la protección social, las políticas del Ministerio de Hacienda han de ser "flexibles".
En este sentido, aseguró que han de ser flexibles para "dar las respuestas más adecuadas al momento, necesidad y demandas que expresan los españoles".
En este punto, desde Esquerra Republicana de Catalunya han criticado que la predisposición del Gobierno llega tarde, sobre todo en la aspiración de reformar el sistema de financiación autonómico.
El ministro de Hacienda y Función Pública ha advertido a los barones autonómicos que o se ponen de acuerdo para "reinventar" modelo de financiación autonómica, o no habrá financiación.