El Gobierno mexicano y los representantes de los sectores productivos han presentado un acuerdo que pretende frenar los temores de las familias desencadenados por el aumento del precio de las gasolinas -el llamado 'gasolinazo'- así como proporcionar "estabilidad a la economía", en medio de las protestas que vive el país.
El documento, firmado entre el Ejecutivo y los líderes de los sectores productivos, fue definido por el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, como una respuesta ante los temores sobre "un aumento injustificado de los precios de otros bienes y servicios" después del incremento aplicado a los combustibles el pasado 1 de enero. Ante el descontento ciudadano por el aumento de entre el 14 y el 20% según el tipo de combustible, el mandatario ha explicado que este pacto busca que no se encarezca los precios de productos básicos, el transporte público o que se recorten programas sociales.
Peña Nieto ha justificado la medida porque, de no haberse producido el ajuste a los precios de los combustibles, se habría puesto "en riesgo el gasto destinado a programas de orden social y acciones dirigidas a las clases sociales más vulnerables y necesitadas".
En busca de la estabilidad de los precios
El secretario mexicano de Hacienda, José Antonio Meade, ha detallado que el acuerdo se estructura en cuatro ejes. El primero de ellos pretende "cuidar y proteger la economía familiar", a través de acciones para lograr la estabilidad de los precios y con las que se trabajará en las "políticas de crédito, aranceles y subsidios", ha explicado Meade. A éstas se añadirán esfuerzos para la mejora del transporte público, la inclusión laboral y las prestaciones sociales, entre otros aspectos.
En segundo lugar, el Gobierno fortalecerá la protección del empleo y fomentará las inversiones a través de estrategias como las "importantes obras" públicas que, sin estar "sujetas a incertidumbre", serán clave para el desarrollo del país. Meade ha resaltado la necesidad de tomar medidas "preservando la estabilidad económica", directriz en la que se basa el tercer eje y que acompaña al cuarto, que aspira a fomentar "la cultura de la legalidad y el Estado de derecho en el marco del ejercicio austero del servicio".
Dentro de estos últimos puntos se engloba el control de la deuda pública y del gasto, para lo que el Ejecutivo ha anunciado el recorte del 10% en la partida de sueldos y salarios para altos funcionarios, así como su compromiso para "hacer públicos todos los procesos de contratación abiertos y licitación", ha recordado. A ello se suma el recorte de 190.000 millones de pesos (8.862 millones de dólares) en el presupuesto de este año.
Muchas voces contrarias al acuerdo
"El acuerdo que hoy firmamos es reflejo de esa unidad, es un gran paso que nos abre camino hacia adelante", ha explicado el mandatario durante el evento, desarrollado en la residencia oficial de Los Pinos. Sin embargo, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) ha mostrado su rechazo al texto por considerar que se hizo apresuradamente, que sus efectos son limitados y que la propuesta final les fue entregada apenas dos horas antes de la firma pública.
Asimismo, el izquierdista Partido de la Revolución Democrática se ha manifestado contra el aumento de precios, que asegura es fruto de la reforma energética, y los senadores del conservador Partido Acción Nacional han pedido "un verdadero acuerdo nacional" que involucre "a todos los sectores sociales", ya que las medidas previstas en el pacto "no van al fondo de solución".
Mientras, la Asociación de Bancos de México sí ha apoyado el acuerdo y ha celebrado que una de las prioridades del Gobierno y los sectores productivos sea "procurar la estabilidad económica y social del país, así como el fomento de la inversión, el empleo, el ingreso y bienestar de la sociedad mexicana".
Siguen las protestas por todo México
Este mismo lunes las manifestaciones se han sucedido por todo México. A pesar del acuerdo anunciado por el Gobierno, miles de ciudadanos han mostrado una actitud contraria y han salido a las calles a protestar nuevamente por el aumento de los precios.
Miles de personas protestan contra el aumento de los precios del combustible en Ciudad de México. Mario Guzmán
En la Ciudad de México unas 5.000 personas han participado en una manifestación desde el céntrico monumento conocido como Ángel de la Independencia hasta el Zócalo, la plaza principal de la capital, donde se encuentra el Palacio Nacional, sede del Ejecutivo federal, para arremeter contra el 'gasolinazo' y exigir la renuncia de Peña Nieto. Con gritos como "Fuera Peña" o "Peña Nieto, entiende, el pueblo no te quiere", los asistentes han lanzado sus cánticos contra el mandatario, a quien han tildado de "ratero" y "asesino".
Además, en otras regiones del país, como Morelos, Chihuahua y el Estado de México, ha vuelto a desarrollarse una jornada de protesta, con iniciativas como manifestaciones, la obstaculización de carreteras o caravanas. El aumento de los precios de los combustibles ha generado un enorme descontento ciudadano que ha detonado, además de manifestaciones en todo el país, disturbios y saqueos que han dejado al menos seis muertos y más de 1.500 detenidos.