La policía turca ha detenido en las últimas horas a más de 200 miembros del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), el segundo partido de la oposición y una formación de izquierda que defiende los derechos de la minoría kurda. Se les acusa de pertenencia o colaboración con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
La operación se ha puesto en marcha tras el doble atentado del pasado sábado en Estambul en el que perdieron la vida 44 personas, 36 de ellas policías, según el último saldo del Ministerio de Sanidad. Se trata del peor atentado en el país en 2016.
El atentado fue reivindicado por la organización 'Halcones de la Libertad de Kurdistán' (TAK), considerada por las fuerzas de seguridad como una escisión del PKK.
Detenciones en todo el país
La operación policial se ha llevado a cabo en las provincias de Estambul, Ankara, Adana, Manisa, Mersin, Hakkari, Gaziantep y Sanliurfa, informa Efe, que cita a la agencia Anadolu. En total han sido detenidas 235 personas, según el Ministerio de Interior.
La mayoría de las detenciones se han producido en la provincia meridional de Mersin. A todos los arrestados se les acusa de pertenencia al PKK, aunque esta organización no actúa en Mersin.
En Gaziantep, los detenidos están acusados de hacer propaganda del PKK en redes sociales; de "insultar" al presidente, las instituciones y las fuerzas de seguridad del país y presentar denuncias falsas, según un comunicado de la oficina del gobernador provincial. La división antiterrorista de la Policía ha registrado las oficinas del HDP, donde se ha incautado de ordenadores y documentación.
En la provincia de Ankara han sido detenidos 18 miembros del HDP, entre ellos el jefe provincial del partido, Ibrahim Binici. También ha sido detenida la jefa provincial del partido en Estambul, Aysel Güzel, y otras 19 personas en esta ciudad.
Estas detenciones se producen un día después de que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, jurara "luchar hasta el final contra la lacra del terrorismo" tras el doble atentado del sábado, mientras su ministro de Interior, Süleyman Soylu, prometía "venganza".
Horas después del atentado, aviones turcos llevaron a cabo bombardeos contra objetivos del PKK en Irak.