Un empresario de Lleida que donó 6.000 euros para tratar de curar a la pequeña Nadia, la niña de 11 años afectada de una enfermedad rara, ha pedido en RNE tras conocer que se trata de una presunta estafa que investiguen si el padre de la niña, Fernando Blanco, oculta dinero en una cuenta en Andorra.
El hombre, que prefiere mantener el anonimato, ha explicado que le preguntó a Blanco qué iba a hacer con el dinero, que le entregó en metálico, si no iba a ponerlo a nombre de la Fundación y que este le dijo que se iría a Andorra.
"Me convenció y le di la cantidad de 6.000 euros (...), me explicó que era para realizarle una operación o para unas vacunas para que tuviera más fuerza en la musculación, porque me dijo que podía quedar en silla de ruedas", narra el empresario, que explica que Blanco le entregó un recibo firmado por su mujer, Marga Grau, cuando le entregó el dinero.
Retiran la custodia y Blanco ingresa en prisión
El juez que investiga la supuesta estafa en los donativos para el tratamiento de Nadia ha acordado enviar a prisión sin fianza al padre y ha dejado en libertad con cargos a la madre. Además ha quitado la custodia de la menora ambos progenitores.
Según la investigación, los padres de la pequeña supuestamente desviaron 600.000 de los 918.000 euros recaudados en donativos para el tratamiento de la niña para gastos personales.
Fernando Blanco fue detenido el pasado miércoles después de que huyera de un control policial que se había activado ante un eventual riesgo de fuga, al trascender que les investigaban por supuesta estafa.
En el momento de su detención, Blanco, de 52 años de edad y nacionalidad española, llevaba encima 1.450 euros en efectivo, dos relojes y varios dispositivos electrónicos de alta gama, así como una pistola de fogueo y varios cartuchos de rifle.
Desde que en 2008 los padres iniciaron una campaña para lograr donativos para el tratamiento médico de si hija, la familia había logrado reunir 918.000 euros en donaciones. De esta cantidad, según un informe que los Mossos d'Esquadra han entregado al juez, los padres han gastado cerca de 600.000 euros con fines distintos a los donativos, según se desprende de sus movimientos bancarios, con una gran cantidad de reintegros y gastos que no tienen ninguna relación con el tratamiento médico de la menor.
Como ejemplo, la asociación creada para recaudar fondos para la menor pagaba el alquiler de la casa donde residía la familia, en Fígols d'Organyà, con un coste anual de 9.800 euros, y también había hecho un pago a una empresa de automoción por valor de 24.500 euros, entre otros.