La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha valorado en 52,5 millones de euros las penalizaciones a las distribuidoras eléctricas por sus pérdidas de red en este ejercicio. Una propuesta que remite a la Secretaría de Estado de Energía que tiene la decisión final.
El organismo publica este martes el informe (en pdf) sobre la cuantía que debe percibir cada empresa distribuidora sobre el incentivo o penalización para la reducción de pérdidas en la red de distribución de energía eléctrica. En función de los cálculos correspondientes a 2016, esto es, con la información correspondiente a 2014, la CNMC propone unas penalizaciones que alcanzan los 52,5 millones.
Entre las compañías eléctricas que registran mayores penalizaciones destacan Endesa (-40,2 millones), Iberdrola (-6,9 millones) y Unión Fenosa (-2,5 millones). Por su parte, los incentivos que recibirán algunas compañías ascenderán a 900.000 euros.
En el caso de las empresas que han remitido datos erróneos de medidas al operador del sistema o ni siquiera las han enviado, la CNMC propone establecer unas penalizaciones por valor de 300.000 euros.
Incentivo a la buena gestión de las redes
Según la legislación, las empresas distribuidoras de electricidad recibirán unos incentivos o penalizaciones en función de la gestión que realicen de las pérdidas de energía que tiene lugar a través de sus redes.
Competencia explicó que el sistema de incentivos o penalizaciones tiene como objetivo garantizar una adecuada prestación del servicio e impulsar la mejora de la calidad de suministro y la reducción de las pérdidas en las redes de distribución con criterios homogéneos en todo el Estado y con un mínimo coste para el sistema.
La normativa establece que la CNMC deberá remitir anualmente al Ministerio de Industria, Energía y Turismo una propuesta motivada de la cuantía que debería percibir cada empresa distribuidora en concepto de incentivo o penalización por la reducción de pérdidas.
Esas cuantías se calculan en función de una metodología en la que se tiene en cuenta, entre otros aspectos, el nivel de pérdidas registradas por la distribuidora dos años antes, cuando tanto la CNMC como el operador del sistema eléctrico (Red Eléctrica) disponen de toda la información.