El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, propondrá al Comité Federal del partido mantener el 'no' a Mariano Rajoy e intentar liderar la formación de un gobierno. Y horas después, el propio líder socialista, en un acto electoral, ha emplazado de nuevo a Podemos y Ciudadanos a trabajar juntos para formar gobierno.
Según han informado fuentes de la dirección socialista, en el Comité Federal del próximo 1 de octubre Sánchez abogará por mantener el voto negativo a la investidura de Mariano Rajoy. Y junto a esta negativa, Sánchez propondrá al máximo órgano del PSOE entre congresos intentar formar un gobierno "alternativo".
Aunque desde Ferraz no han precisado con qué partidos negociaría, el líder socialista ha vuelto a dirigirse esta tarde a Ciudadanos y Podemos. En un acto electoral en Bilbao en el marco de la campaña de las elecciones vascas, Sánchez ha pedido a ambas formaciones "responsabilidad" para "levantar los brazos cruzados", "trabajar juntos" y "poner en marcha el Gobierno del cambio que merece el país".
El líder socialista ha indicado que la "regeneración democrática es el denominador común de las tres fuerzas políticas del cambio para echar a Rajoy". También se ha referido al líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ante sus palabras de que "con 85 escaños no se puede gobernar", para advertirle de que con 90 le apoyó en su investidura fallida en marzo.
El Comité Federal del PSOE, que han exigido algunos barones favorables a la abstención del PSOE para que el PP gobierne, se reunirá para debatir sobre la situación de bloqueo político y ver qué salida puede haber para evitar la convocatoria de nuevas elecciones; y se convoca el fin de semana inmediatamente posterior a las elecciones vascas y gallegas, en las que los socialistas, según los sondeos, no obtendrán buenos resultados.
El líder socialista ya anunció el mismo día 5 de septiembre que abría una ronda de contactos con los partidos para tratar de encontrar una solución, aunque dejó claro que este paso "no suponía postularse" como candidato.
La postura que adopte el máximo órgano del partido se antoja decisiva para ver si es posible la formación de gobierno antes de que expire el plazo a finales de octubre.
Sánchez reitera que volverá a votar en contra de Rajoy
En su discurso en un acto electoral del PSE-EE en la localidad vizcaína de Portugalete, Sánchez no se ha referido a esta propuesta de intentar formar gobierno, aunque sí ha reiterado, entre aplausos de los asistentes, que volverá a votar contra la investidura de Rajoy.
Sánchez interviene este jueves en Bizkaia en dos actos de la campaña electoral vasca en apoyo de la candidata socialista a lehendakari, Idoia Mendia.
Así, ha explicado que el PSOE "siempre ha votado no y seguirá votando no" a la investidura de Rajoy por su falta de "ejemplaridad" ante los "muchísimos dirigentes" del PP implicados en casos de corrupción.
"En política, como en la vida, el que calla, otorga. Hay silencios estruendosos y el de Rajoy con Rita Barberá es un estruendo de connivencia con la corrupción y sobre todo por eso votaremos no a Rajoy", ha asegurado el líder socialista.
Sánchez ha negado que el PSOE sea "el partido del no" y ha sostenido que es el partido de un "sí con muchos noes: no a la corrupción, no a la desigualdad, no al desempleo y no a la pobreza que han traído las políticas del Partido Popular".
¿Congreso en diciembre y primarias el 23 de octubre?
Pedro Sánchez baraja además convocar el congreso que los socialistas tienen pendiente desde hace meses para el próximo mes de diciembre y fijar para el 23 de octubre la votación del secretario general por los militantes, pocos días antes de que termine el plazo para evitar unas nuevas elecciones.
Según han confirmado a Europa Press fuentes de Ferraz, este es uno de los escenarios que el secretario general maneja, una decisión que no es definitiva y que en parte dependerá de los resultados de las elecciones del próximo domingo. Si ese día los socialistas vascos y gallegos anotan una nueva caída electoral para el PSOE, Sánchez podría llevar a la Ejecutiva del día después la propuesta de adelantar el congreso, a pesar de que en el momento de su celebración podría no haber gobierno.
Entre fuertes tensiones internas, el Comité Federal del PSOE aprobó el pasado 30 de enero celebrar ese cónclave -que debería haber tenido lugar en febrero- para finales de mayo, pero el 2 de abril se decidió aplazarlo sin nueva convocatoria hasta que hubiera un Gobierno constituido.
Sin embargo, Sánchez se plantea ahora ponerle una fecha antes de las hipotéticas terceras elecciones y llamar a los militantes a las urnas una semana antes de que finalice el plazo para formar gobierno antes de disolver las Cortes.
De esta manera, adelantaría la batalla por el liderazgo que la mayoría del PSOE considera inevitable. Pero, además, con esta decisión se anticiparía a los críticos con su dirección, que ya venían recelando de esta maniobra que hace difícil formar una candidatura alternativa por la inmediatez de los plazos: si la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, quisiera presentarse y hubiera nuevas elecciones, tendría que gestionar su relevo en San Telmo antes de diciembre.