Grecia ha reiniciado las devoluciones a Turquía y por primera vez desde el fallido intento de golpe de Estado en el país vecino el miércoles trasladó en avión a ocho ciudadanos sirios, en virtud del acuerdo firmado el pasado 18 de marzo entre la Unión Europea (UE) y las autoridades turcas.
En un escueto comunicado difundido en la noche del miércoles, el Ministerio de Protección Ciudadana ha señalado que el traslado de los ocho hombres se produjo desde la isla de Lesbos al aeropuerto de Adana en un avión fletado por la agencia de protección de fronteras Frontex.
En el comunicado, el ministerio ha recordado que la declaración conjunta UE-Turquía contempla que todos los inmigrantes y refugiados llegados a las islas griegas después del 20 de marzo serían devueltos a suelo turco.
Desde el comienzo del año han regresado a Turquía 1.055 personas en virtud del protocolo bilateral greco-turco, y 521 en cumplimiento del acuerdo con la Unión Europea. A sus países de origen han regresado voluntariamente 3.647 personas en lo que va de 2016.
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Un acuerdo difícil perturbado por un golpe de Estado
Una de las contraprestaciones a la disposición de Turquía para admitir devoluciones de migrantes fue negociar con Bruselas la exención de visado a los viajeros turcos. Pero antes de abrir sus fronteras, la UE ha impuesto a Ankara condiciones relacionadas con la lucha anticorrupción, la cooperación judicial o las prácticas antiterroristas.
El plazo acordado para la verificación de estas condiciones vencía en junio, pero el fallido golpe de Estado en julio ha trastocado el escenario. Ha sido relevante la contundente represión desplegada por Erdogán contra los presuntos golpistas, que ha llevado a la purga de más de 60.000 personas, miles de detenidos y la posibilidad de que sea aprobada la aplicación legal de la pena de muerte en el país otomano, algo que Bruselas no tolerará de cara a una futura integración.
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Niños hacinados y colapso en Lesbos
El miércoles, la ONG Save the Children ha denunciado que de los más de 10.000 refugiados y migrantes que viven hacinados en los campos de las islas griegas, casi 4.000 son niños que se encuentran en situación de riesgo, ya que sus condiciones son "inseguras y desmoralizantes".
El cierre de campamentos y la limitación del movimiento hacia Europa ha hecho que las instalaciones de Lesbos, Chios y Samos "estén colapsadas de gente", ha criticado en un comunicado esta ONG.
La directora de operaciones de Save the Children en Grecia, Katie Dimmer, ha alertado de que mujeres y menores viven en situaciones inseguras, ya que "se ven obligados a dormir en el suelo de las tiendas de campaña improvisadas".
Dramático récord en el día mundial del refugiado
Durante los primeros 14 días de agosto, las llegadas a las islas griegas se han incrementado un 144% en comparación a los 14 primeros días del julio, lo que provoca que estas personas estén afincadas en espacios que tienen capacidad para un número mucho inferior, según esta ONG.
"Niños y mujeres en periodo de lactancia están sufriendo deshidratación debido a la escasez de agua", ha explicado Dimmer, quien ha apuntado que las tensiones aumentan cuando se exigen servicios básicos, como aseos y duchas.
Además, esta organización ha indicado que las madres tienen miedo de perder a sus hijos debido a la falta de seguridad que existe en los campos.