El juez Santiago Pedraz ha decretado prisión incondicional para los tres hermanos paquistaníes detenidos el viernes en Lleida acusados de un delito de adoctrinamiento y autoadoctrinamiento a través de la difusión y del "consumo masivo" de material de contenido yihadista en internet.
Los tres hermanos Azfall, Kamran e Irfan Ahmed, de 31, 29 y 25 años, han negado ante el juez de la Audiencia Nacional estas acusaciones y han justificado la tenencia de ese material, en muchos casos bélico y de acciones terroristas de Daesh, en sus creencias religiosas, han informado a Efe fuentes jurídicas.
Los hermanos, según la investigación que se inició hace dos años, se dedicaban a difundir contenidos radicales de varios grupos terroristas a través de diversos perfiles en internet, con los que habrían logrado involucrar a un gran número de personas de su entorno en el desarrollo de esta estrategia proselitista.
Actuaban sobre todo en redes sociales y en Youtube
La actividad de adoctrinamiento por la que están acusados se basa sobre todo en su actividad realizada en redes sociales, donde disponían de varios perfiles -llegando a cosechar entre 200 y 300 seguidores- y a través de la difusión de vídeos en la plataforma Youtube.
Los acusados hacían alabanza en estas redes de líderes terroristas del Estado Islámico o de Al Qaeda como Osama Bin Laden, y justificaban sus acciones difundiendo fotografías o vídeos de atentados y de secuestrados por el Daesh con el característico mono naranja e, incluso, hacían llamamientos a hacer al yihad.
Los tres hermanos estaban considerados como "líderes" religiosos entre la comunidad paquistaní de Lleida, sobre todo al pequeño de los hermanos -Irfan-, y dos de ellos enseñaban en el Corán en la mezquita del Palau de Vidre y en su domicilio al menos a tres niños, si bien, según las fuentes, esta circunstancia no ha sido determinante para atribuirles la acusación de adoctrinamiento.
Un cuarto hermano: "Ser religioso no quiere decir ser terrorista"
Un cuarto hermano que no fue detenido, Ibran Ahmed, negó ante los medios de comunicación las acusaciones manifestando que "ser religioso no quiere decir ser terrorista" y justificó el uso que hacían de internet en que tienen familia en Pakistán.
"Nosotros estamos en Lleida desde 2009. Antes estuvimos unos años en Logroño, donde vivía mi padre. Desde que llegamos aquí, siempre hemos trabajado en la fruta", explicó.
El paquistaní reconoció que tanto él como sus tres hermanos son religiosos, aunque dos de ellos son más creyentes. "Dos llevan barba como el profeta, pero no somos terroristas. Ser religioso no quiere decir ser terrorista", ha aseverado.