El humor surrealista de la película alemana Toni Erdmann, que compite por la Palma de Oro, y la presencia por primera vez de Julia Roberts en la alfombra roja de Cannes, han sido lo más reseñable de la primera semana del festival.
La actriz estadounidense llegó al Festival de Cannes muy bien acompañada de Gerge Clooney para presentar, fuera de competición, Money Monster, dirigida por Jodie Foster, y lució su eterna sonrisa por una alfombra roja que pisó con los pies descalzos. Lo hizo para mostrar así su apoyo a las mujeres que el año pasado no pudieron acceder a una de las proyecciones de gala del festival por no llevar zapatos de tacón suficientemente altos.
Julia Roberts pisó la alfombra roja de Cannes con los pies descalzos. ANNE-CHRISTINE POUJOULAT
La actriz ha sido, hasta ahora, la presencia más esperada de Cannes, con permiso de Clooney; de Woody Allen, que inauguró el festival con Café Society; y de la pareja formada por Ryan Gosling y Russell Crowe, que presentaron, también fuera de competición, The Nice Guys, una película que arrancó muchas risas. Tantas como Toni Erdmann que es, hasta el momento la sorpresa de la competición oficial del festival.
La cinta alemana, dirigida por Maren Ade y protagonizada de manera brillante por Sandra Hüller, mezcla comedia y drama para contar una historia de relaciones paternofiliales con una acidez cuidadosamente dosificada, lo que la ha colocado como una de las favoritas para hacerse con la Palma de Oro.
Junto a ella, destacaron la rumana Sieranevada, de Cristi Puiu, un retrato de una familia en Bucarest en la actualidad y, I, Daniel Blake, un drama social del británico Ken Loach, con el descubrimiento de la actriz Hayley Squires, cuya interpretación emocionó a muchos de los asistentes.
Por otra parte, ha habido división de opiniones en torno a Loving, la historia de amor interracial de Jeff Nichols; a Paterson, la antipoesía de Jim Jarmusch, o American Honey, de la británica Andrea Arnold, un retrato naturalista de unos jóvenes americanos que no terminó de convencer.
La crítica de la quinta jornada a competición en el 69 Festival de Cannes
Almodóvar llega a Cannes con Julieta
Este martes todo puede cambiar tras la proyección de una de las películas más esperadas, Julieta, del español Pedro Almodóvar, que tiene una legión de seguidores en Francia y en especial en Cannes.
También quedan por proyectar los trabajos de otros pesos pesados de esta edición, como el del rumano Cristian Mungiu, que presenta Bacalaureat en un festival que ya le dio la Palma de Oro en 2007 por 4 meses, 3 semanas, 2 días.
O Juste la fin du monde, del canadiense Xavier Dolan, que a sus 27 años ya ha presentado otros cinco largometrajes en Cannes; sin olvidar a los hermanos Dardenne, con La fille inconnue, o al filipino Brillante Mendoza con Ma' Rosa.
Aunque también han creado expectación en Cannes otros nombres menos conocidos, como el brasileño Kleber Mendonça Filho, que competirá con Aquarius, protagonizada por Sonia Braga. Pero probablemente la película más esperada de esta segunda semana del festival sea The Last Face, el nuevo trabajo como realizador de Sean Penn, con Charlize Theron y Javier Bardem en sus papeles protagonistas.
El documental de Jim Jarmusch sobre Iggy Pop, Gimme Danger, que se proyectará fuera de competición, o el regreso a Cannes de Paul Verhoeven 24 años después de Instinto básico son otros de los platos fuertes de los próximos días. Verhoeven y el iraní Asghar Farhadi serán los encargados de cerrar el sábado las proyecciones de competición, a la espera de que el domingo el jurado presidido por el australiano George Miller anuncie el palmarés de la 69 edición de Cannes.