Podemos propone un límite máximo de tres millones de euros de gasto por partido en la campaña de las elecciones del 26 de junio y Ciudadanos defiende que las distintas fuerzas lleguen a un acuerdo sobre cómo reducir gastos en la campaña, pero considera que son PP y PSOE quienes deben recortar sus presupuestos.
Así lo han anunciado este miércoles respectivamente las formaciones de Pablo Iglesias y de Albert Rivera un día antes de que se reúnan en el Congreso de los Diputados los representantes de PP, PSOE, Podemos, Ciudadanos, PNV, Compromís y UPN, en un encuentro auspiciado por el portavoz parlamentario de Unión del Pueblo Navarro, Íñigo Alli, para tratar de llegar a un acuerdo sobre como reducir el gasto electoral.
El PP anunció este martes que propondría al resto de las formaciones eliminar los gastos de cartelería y el PSOE por su parte fue el primero en anunciar que gastaría un 30% menos en la campaña para estas elecciones del 26 de junio.
Podemos propone limitar el gasto y el envío conjunto de papeletas
El portavoz de Podemos en el Congreso de los Diputados, Iñigo Errejón, ha propuesto "un tope" de tres millones de euros para gasto electoral y que el Estado organice un envío conjunto de papeletas, conocido como 'mailing' con el fin de garantizar que todos los partidos "compiten en igualdad de condiciones".
Errejón ha asegurado en la Cámara Baja que con esta iniciativa se garantizaría que los ciudadanos no fueran "bombardeados" con propaganda de las formaciones "que piden más dinero a los bancos".
Además, ha afirmado que su partido lleva ahorrando prácticamente desde que nació y demostrando que se pueden hacer campañas con un presupuesto menor "estrujando la imaginación". "Vamos a proponer que haya un tope de tres millones de euros por partido, que ya está bien y da para hacer campañas. Nos ahorrariamos en torno a 47 millones de euros", indicó.
Ciudadanos cree que ya han hecho un esfuerzo de austeridad
Por su parte, el secretario de Comunicación de Ciudadanos, Fernando de Páramo, ha dicho que lo que más preocupa a su partido en este momento es que esta repetición de las elecciones no cueste tanto dinero a los españoles como en diciembre y que ahora son PP y PSOE quienes deben hacer un esfuerzo de austeridad.
Sin embargo, De Páramo ha añadido que en los anteriores comicios C's ya gastó "mucho menos del límite de gasto" que marque la ley (menos de cuatro millones de euros). Para esas elecciones, el límite estaba en torno a los 13 millones de euros, es decir, el resultado de multiplicar por 0,37 euros el número de habitantes correspondiente a las poblaciones de derecho de las circunscripciones donde presente sus candidaturas el partido.
La propuesta del partido liderado por Albert Rivera consiste en reducir al 50% el límite del gasto electoral, de manera que, como máximo, el Estado pague a cada partido unos 6,5 millones de euros después de los comicios, independientemente de lo que haya gastado cada uno en campaña.
Además, el secretario de Comunicación ha afirmado que la formación naranja ya está dispuesta, al igual que Podemos, a renunciar a algo con su segunda propuesta de ahorro: que el Estado haga un envío conjunto de propaganda electoral en vez de remitir un 'mailing' por cada partido a los buzones de los electores.
Esas dos medidas son, junto a la potenciación de los debates electorales, las que C's ha planteado a los demás partidos en una carta como forma de recortar gastos, pero de momento no ha recibido respuesta.
El envío de propaganda electoral
Mientras que Ciudadanos y Podemos quieren que el Estado se encargue del envío en común de las papeletas en vez de que se abone una subvención a cada partido, el PSOE ha propuesto rebajar esa subvención que la última vez se situó en 18 céntimos por elector.
Sin embargo el PP y partidos minoritarios como el PNV y Nueva Canarias, han rechazado recortar en este capítulo incidiendo en que es fundamental que los electores, sobre todo en zonas rurales, tengan en su casa las papeletas de su partido, incluyendo la del Senado con los candidatos marcados, para poder llevar el sobre preparado al colegio electoral. Según Rafael Hernando, mantener la subvención al 'mailing' como está es "una línea roja" que el PP no piensa romper.
Desde el PSOE, en cambio, sostienen que ningún partido apura ese límite de gasto por lo que el ahorro no debería enfocarse en el tope. Su apuesta es eliminar la publicidad exterior (vallas, carteles banderolas en farolas, etcétera).
Ahí es donde se concentra también el PP, que este jueves estará representado por su responsable de Organización, Fernando Martínez Maillo, y que ya ha avisado de que el rector debe ser para todos. "No vamos a ir nosotros con las manos atadas mientras los demás van a todo correr", ha apuntado el portavoz parlamentario, Rafael Hernando.
Su idea es que todos se recorten un 30% del presupuesto total, que se prescinda de la publicidad exterior como cartelería puesto que los electores ya conocen sobradamente a los candidatos, y que se meta también la tijera en los gastos que implican otros actos de campaña como la organización de grandes mítines o los desplazamientos.
Límite de gasto para las elecciones generales
Cuando el Ministerio de Hacienda publique las subvenciones por escaño y por voto que vaya a conceder para estas elecciones generales, comunicará también el tope de gasto para estas elecciones, que depende de las candidaturas que se presenten y que viene rondando los 13 millones de euros para el conjunto del país.
En esa misma orden ministerial, que debe publicarse antes del lunes, se recoge el importe de las ayudas al envío gratuito de propaganda electoral, que no computan para el límite de gasto.
En las pasadas elecciones generales el PSOE cifró el coste de su campaña en unos 9 millones de euros, Ciudadanos en algo más de 4 millones, IU alrededor de 2,5 millones y Podemos unos 2,2 millones de euros. El PP, por su parte, no ha ofrecido datos acerca de cuánto le costó.
UPN, que lleva años presentando iniciativas parlamentarias para tratar de reducir el coste de las elecciones, pretende que los partidos acuerden un recorte global de los gastos electorales de al menos un 30%, lo que, según sus cálculos, supondría un ahorro de unos 45 millones que podrían destinarse a políticas sociales.