El lobo del Himalaya se enfrenta a altas tasas de mortalidad debido a que es perseguido o matado por la población local, por lo que esta especie, declarada en peligro crítico de extinción, debe ser protegida con planes de conservación.
Así lo afirma un equipo internacional de investigadores dirigido por Madhu Chhetri, estudiante de doctorado de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Hedmark (Noruega), al analizar esta especie desde el área protegida más grande de Nepal.
El estudio, publicado en la revista ZooKeys, señala que el lobo del Himalaya representa el más antiguo linaje del lobo conocido por la ciencia y está catalogado como en peligro crítico por la Lista Roja de la Unión Internacional de Conservación para la Naturaleza (UICN).
El lobo del Hilamaya, en comparación con el europeo, destaca por su menor tamaño, un hocico inusualmente largo y las patas rechonchas, así como un coloración blanca alrededor de la garganta, el pecho, el viente y la parte interior de las extremidades. Su característica piel le ha dado el sobrenombre de 'lobo lanudo'.
Sin embargo, los investigadores señalan que lo que distingue al lobo del Himalaya va más lejos de su epidermis porque estudios recientes han revelado que esta especie se ha separado como una rama independiente del clado mundial del perro y el lobo, por lo que se le considera de especial interés para su conservación.
Alta mortalidad
Pese a ello, las poblaciones del lobo del Himalaya sufren una fuerte mortalidad. Como parte de su investigación, los autores realizaron entrevistaron a unos 400 pastores, ganaderos, nómadas y otras personas para obtener más información sobre el estado del conflicto entre humanos y lobos, así como sus actitudes y percepciones, y concluyeron que los cánidos son una amenaza para los medios de vida locales.
"Estos lobos del Himalaya genéticamente distintos merecen una especial atención en la conservación, al mismo tiempo que la conservación de esta especie en un contexto de conflicto hombre-vida silvestre es un reto", concluyen los científicos, quienes señalan que "se necesita un plan de acción para la especie que desarrolle mecanismos para minimizar los conflictos y la estreategias para motivar a las comunidades locales hacia la conservación del lobo".