El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, considera que "no se puede pretender presidir el Gobierno y el Congreso de los Diputados con 90 escaños", en referencia al PSOE, que obtuvo ese resultado en las elecciones generales del 20 de diciembre, y ha señalado que el partido con más apoyos- el PP- debe presidir la Cámara Baja.
Rajoy ha comparecido en La Moncloa tras el último Consejo de Ministros del año- y el primero con el Gobierno en funciones- para dar cuenta de la primera ronda de contactos mantenida tras los comicios con PSOE, Podemos y Ciudadanos para tratar de formar un Gobierno. Reuniones de las que ha sacado dos 'noes' rotundos de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias y la abstención de Albert Rivera.
El líder del PP considera que la voluntad de los españoles en las elecciones fue "clara" y ha explicado que su principal objetivo ahora es buscar un Gobierno de "amplia mayoría" que defienda la unidad de España, la soberanía nacional, la igualdad de los españoles, la consolidación de la recuperación económica y la lucha antiterrorista.
Sin cerrar la puerta a un Gobierno con el PSOE, Rajoy ha reconocido que en el Parlamento hay "muchas voces", pero también una mayoría de españoles que coinciden en asuntos de Estado, y que deben reflejarse en una nueva mayoría de Gobierno.
En ese escenario, el candidato del PP no ha querido adelantar si estaría dispuesto a ceder la vicepresidencia del Gobierno al PSOE o a que ministros socialistas formen parte del futuro Ejecutivo.
Ve una "mala solución" la repetición de elecciones generales pero en caso de ser necesaria su convocatoria repetiría como candidato del PP.
No contempla, eso sí, la posibilidad de apartarse para que otro dirigente 'popular' presida el Gobierno, en caso de que se lo pidiera el PSOE para permitir, con su abstención, que el PP siga en La Moncloa. "Eso no está ni planteado", ha dicho, tajante.
Cree que un Gobierno de PSOE, Podemos, IU y otros grupos sería "muy malo"
Sobre su encuentro la pasada semana con el líder socialista, que baraja la posibilidad de formar un Gobierno alternativo de izquierdas, siempre y cuando Rajoy no sea capaz de reunir apoyos para ser reelegido; Rajoy ha dicho que fue "complicado" plantear cuestión alguna porque "Sánchez iba con una posición ya fijada". La de Sánchez ha sido la reunión más corta de las mantenidas hasta ahora con los líderes de las principales formaciones políticas.
También ha manifestado, en relación a esa ronda de contactos, que no coincidió con Pablo Iglesias en "asuntos fundamentales" pero sí lo hizo con Albert Rivera.
En relación a la posibilidad de que haya otro Ejecutivo que no sea el suyo ha manifestado que "un Gobierno de PSOE, Podemos, ERC, IU y Demòcracia y Llibertat sería muy malo para los intereses generales de los ciudadanos". "Puede ser bueno para alguien, pero para los intereses generales de los españoles no", ha avisado.
Rajoy, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. EFE
Ha abogado, por tanto, por "amplios consensos" en el nuevo escenario parlamentario y ha señalado que "lo más razonable" es formar un Gobierno de "amplio apoyo parlamentario, que pueda gobernar, genere confianza y proporcione estabilidad y certidumbre a los agentes económicos y compatriotas" .
Preguntado por si la fórmula de la gran coalición con PSOE y Ciudadanos es su "preferida", Rajoy se ha limitado a insistir en que quiere formar un Gobierno "con la mayoría de apoyos posibles".
Tras avanzar que el año acabará con un crecimiento económico del 3,2% del PIB y con 600.000 nuevos puestos de trabajo, ha dicho: "Si no nos confundimos, puede llegar una etapa de estabilidad, certidumbre y tranquilidad".
Califica de "espectáculo borrornoso" la situación en Cataluña
Mariano Rajoy ha calificado "espectáculo bochornoso" la situación de ingobernabilidad en Cataluña, que se prolonga con el empate el pasado domingo en la asamble de la CUP entre los favorables y detractores de la investidura de Artur Mas.
Y cree que sería un "desastre" cualquier Ejecutivo autonómico apoyado por el partido anticapitalista, por lo que aboga por buscar otro tipo de acuerdos o celebrar nuevas elecciones.
"Ni PP, ni PSOE, ni Ciudadanos son los responsables de esa situación", ha dicho, en claro reproche a Junts pel Sí, en las que confluyen CDC y ERC, la CUP y la marca de Podemos en esta comunidad, Catalunya sí que es Pot.
El jefe del Ejecutivo en funciones ha sido muy crítico con la situación abierta en Cataluña y ha defendido que la soberanía nacional "no se puede partir" y "no se puede jugar a la ruptura", como cree que está sucediendo.