España está entre los países con más desequilibrios económicos de la Unión Europea (UE), sólo por delante de Irlanda y Chipre, al superar, como ya hiciera el año pasado, los umbrales máximos de cinco de los indicadores que utiliza la Comisión Europea (CE) para detectar riesgos económicos.
La economía española no solo suspende en los mismos indicadores señalados el pasado año (desempleo, deuda pública y deuda privada, deuda externa y cuota de mercado mundial de sus exportaciones), sino que empeora en cuatro de ellos.
Entre los desequilibrios más graves para España sigue estando el paro, con una tasa media en los últimos tres años del 25,1% (un punto por encima de la marca del año anterior), frente al umbral del 10% considerado saludable.
También han empeorado los resultados de la economía española en lo que a deuda pública se refiere, que se sitúa en un 99,3% del PIB (92,1% de hace un año), cuando el umbral recomendado por Bruselas es del 60%. Sí mejora, aunque sigue siendo insuficiente, el indicador de la deuda privada, que supone un 165,8% del PIB, cuando el límite se fija en un 160%. La deuda privada supuso un 172,2% del PIB un año antes.
Además, España excede el umbral de riesgo en los indicadores que se refieren a la posición neta de inversión internacional (-94% del PIB, frente al límite del -35%) y la pérdida de cuota de mercado exportador (-11,5%, aunque ya muy cerca del umbral del -6%).
Además, España tampoco cumple con dos de los tres nuevos indicadores introducidos por la CE en su análisis conocido como el "Mecanismo de Alerta" sobre la situación económica de los países europeos. Estos tres indicadores se centran en el empleo y España incumple los dos relacionados con la tasa de desempleo de larga duración de la población activa y la relativa al paro de los jóvenes activos de entre 15 y 24 años. Sí que supera la tasa de actividad del total de la población, otro de los nuevos marcadores introducidos este ejercicio.
La Comisión ha recordado que ya advirtió el pasado febrero que España acumula desequilibrios macroeconómicos que "requieren una acción decisiva y una vigilancia específica, en particular respecto a los altos niveles de endeudamiento privado, público y externo en un contexto con alto desempleo".
Este año, España sigue cumpliendo el corte de Bruselas en otros seis indicadores: el tipo de cambio efectivo, la balanza por cuenta corriente, los costes laborales unitarios nominales, los precios de la vivienda, el flujo de crédito al sector privado y los pasivos totales del sector financiero.
Con estos datos, el Ejecutivo comunitario decidirá en primavera si los desequilibrios detectados pueden considerarse "excesivos" o no. Si España siguiera suspendiendo los indicadores de manera persistente y no tomase las medidas necesarias para corregir los desequilibrios, la CE podría llegar a proponer, como último recurso, al Consejo de la UE que imponga una multa equivalente al 0,1% del PIB anual.