Estados Unidos y Rusia han firmado este martes un protocolo sobre seguridad aérea que pretende evitar incidentes entre aviones de ambos países que operan en el espacio aéreo de Siria, donde ambos están bombardeando posiciones del Estado Islámico, según han confirmado tanto el Ministerio de Defensa ruso como el Pentágono estadounidense.
"El memorándum contiene un número de reglas y de restricciones que buscan evitar incidentes entre los aviones rusos y los americanos", ha declarado a la agencia pública Ria-Novosti el viceministro ruso de Defensa, Anatoli Antonov.
Por su parte, el portavoz del Departamento de Defensa, Peter Cook, ha explicado en una rueda de prensa que este "Memorando de Entendimiento" establece protocolos de actuación para evitar incidentes, pero no significa que ambas naciones vayan a cooperar o compartir información.
Un protocolo que incluye drones y accidentes aéreos
El acuerdo, que incluye también protocolos para drones, llega tras varios intercambios y negociaciones entre funcionarios de Defensa de Moscú y Washington por videoconferencia para limitar los riesgos de incidentes.
Ambos países acuerdan desde este martes rutinas de comunicación entre pilotos de sus Fuerzas Aéreas para evitar choques indeseados, mientras que se mantienen vías de comunicación en tierra por si la primera opción resulta infructuosa.
Mapa de las zonas de control e influencia del Estado Islámico en Irak y Siria. Elaboración: RTVE.es RTVE.es
"Este acuerdo hace que haya menos posibilidades de fallos de comunicación", ha comentado Cook, que a su vez ha insistido en varias ocasiones que el acuerdo no significa que el Pentágono comparta la estrategia rusa.
El memorando también establece protocolos de actuación si se produce un incidente aéreo, como el derribo de una aeronave pilotada o un dron.
Recelos entre potencias
Rusia está operando decenas de cazas en Siria desde finales de septiembre, al tiempo que ha realizado bombardeos con misiles crucero desde el Mar Caspio con la intención de respaldar al presidente sirio Bachar al Asad en su lucha, según Moscú, contra los terroristas del Estado Islámico.
Sin embargo, la campaña de bombardeos rusos ha suscitado recelos en Estados Unidos y en sus socios de la OTAN, no solo porque temen que los ataques no se dirijan contra los terroristas yihadistas sino contra la oposición moderada a Bachar al Asad, sino por la invasión del espacio aéreo turco por parte de los cazas rusos, al menos en dos ocasiones.
A su vez, Estados Unidos y sus aliados bombardean las posiciones del Estado Islámico en Siria e Irak desde hace más de un año, con el fin de hacer retroceder a los yihadistas.