El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha anunciado que las elecciones generales se van a celebrar el próximo 20 de diciembre, una de las dos fechas que se barajaban para los comicios, en la primera entrevista que concede en televisión tras las elecciones catalanas del 27S.
Después de los comicios en Cataluña, Rajoy considera que el "riesgo" de una declaración de independencia es "menor", aunque también ha matizado, en la entrevista concedida a Antena 3, que "nunca hubo un gran riesgo de una declaración de independencia".
Sobre la fecha elegida para las elecciones generales, Rajoy ha explicado que la principal razón es que si fueran el 13 de diciembre habría que constituir el Parlamento "prácticamente en plenas Navidades" y de este modo "hay un poco más de margen, hay hasta el 14 de enero", una vez se hayan aprobado, en octubre, los presupuestos generales del Estado para 2016.
La celebración de las elecciones generales el próximo 20 de diciembre supone que el presidente del Gobierno disolverá las Cortes el 26 de octubre y al día siguiente se publicará en el Boletín Oficial del Estado el decreto de convocatoria de los comicios que tendrán lugar 54 días después de esa publicación, tal y como determina la ley electoral.
"Si el presidente Mas me llama yo desde luego hablaré con él"
Tras anunciar la fecha de las elecciones generales al inicio de la entrevista, Rajoy ha dedicado una buena parte de la conversación a valorar la situación en Cataluña después de que Junts pel Sí, la candidatura independentista que reúne a CDC y ERC, haya ganado en los comicios del pasado domingo pero sin alcanzar la mayoría absoluta de 68 escaños que le permite formar gobierno para seguir con la hoja de ruta soberanista.
Rajoy se ha mostrado favorable al diálogo con el presidente catalán en funciones, Artur Mas, si este se pone en contacto con él. "Si el presidente Mas me llama, habrá que esperar a ver quien es elegido presidente de la Generalitat, yo desde luego hablaré con él", ha dicho antes de recordar que siempre que el líder de CDC ha querido hablar con él lo ha hecho.
En relación a la reforma del Tribunal Constitucional aprobada este jueves con el rechazo de toda la oposición que permite sancionar a cargos públicos que ignoren sus sentencias, ha dicho que respaldaría una declaración de suspensión del presidente de la Generalitat si así lo acuerdan los tribunales, ya que, según ha explicado, el Ejecutivo debe "acatar" las decisiones judiciales. Eso sí, ha expresado su confianza en no llegar a ese extremo y ha apostado por el diálogo dentro de la ley.
Dispuesto a la "negociación" sobre la reforma constitucional
Preguntado por una posible reforma constitucional también ha dicho que "nunca" se ha "negado", siempre que no afecte a la "unidad de España y a la igualdad de los españoles".
El presidente del Gobierno se ha mostrado muy crítico con el líder del PSOE, Pedro Sánchez, al que ha acusado de haber sido "absolutamente incapaz" de decir qué quiere reformar de la Constitución en el tiempo que lleva al frente de su partido. "Tengo derecho a demandar un poquito de seriedad", ha agregado Rajoy.
Al respecto, ha asegurado que está dispuesto al diálogo con Sánchez, pero hasta ahora, ha agregado, la única "negociación" que ha visto en el líder del PSOE es "con la CUP y con Podemos para quitar al PP las alcaldías que ha ganado en las urnas".
Rajoy ha mostrado también su disposición a hablar con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, y ha señalado que igualmente está abierto a hablar con el líder de Podemos, Pablo Iglesias.
Rajoy rechaza las críticas de Aznar mediante comunicado
En clave interna del análisis de los resultados, Rajoy ha rechazado valorar el juicio del expresidente del Gobierno y presidente de honor del PP, José María Aznar, que situó a los populares ante "su peor escenario" en Cataluña "después de cinco avisos", mediante un comunicado de la Fundación FAES.
Mariano Rajoy sí contestó el formato de la crítica aseverando que él dice las cosas "a la cara" y no "por comunicado". "Yo a la gente le hablo a la cara, no mediante comunicados", afirmó el jefe del Ejecutivo para asegurar que "el señor Aznar dice que lo que estima oportuno y conveniente". "Y yo hago lo que creo que tengo que hacer", defendió.
El presidente del Gobierno aseguró que ni "coincide" ni "deja de coincidir" ni va "a comentar nada" de las declaraciones del que es presidente de honor del PP y presidente de FAES.
Rechaza que haya sido "inmovilista"
Preguntado por las críticas que aquellos que le consideran inmovilista, ha calificado de "topicazo" los calificativos que le dirigen de ser como "don Tancredo". No cree que ese reproche case mucho con el hecho de que su Gobierno haya sido el más reformista de la democracia, y ha ironizado señalando que sí fue don Tancredo cuando se negó al rescate de España.
En el plano económico, Rajoy ha anunciado que el Consejo de Ministros de este viernes aprobará un Real Decreto para regular el cobro de comisiones por la retirada de efectivo en cajeros. Mediante este decreto, ha dicho, se acabará la doble comisión que habían empezado a cobrar algunas entidades. "A partir de ahora esto se acaba, la única comisión se la paga un banco a otro y luego el banco se entiende con el cliente.
También ha dicho que espera cerrar 2015 con 600.000 nuevos puestos de trabajo y ha descartado que pueda haber una ralentización de la economía de acuerdo con lso datos facilitados por organismos como el Banco de España.
Sobre el conflicto en Siria, Rajoy, ha admitido que "en un primer momento hay que contar" con el presidente sirio Bachar Al Asad para resolverlo, aunque después tendrá que "apartarse" y ha expresado su confianza en que las negociaciones que se han producido "con intensidad" entre el ministro de exteriores ruso, Sergei Lavrov, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y las cancillerías europeas "pueda ser útil". Después ha subrayado que "el enemigo es el Estado islámico", aunque "luego hay otras personas que sin duda alguna también habrá que apartarlas".
Los cuatros años de la legislatura que ya acaba, ha dicho al final de la entrevista, han sido "durísimos", aunque después ha matizado que el hecho de "poder bajar" los impuestos y "devolver la paga extra a los funcionarios" y de ver "que España se pone como ejemplo en Europa supone para él "una "satisfacción extraordinaria".