El pequeño cuerpo descansaba en la arena de una playa de Bodrum cuando guardias costeros turcos se han dado cuenta de la tragedia. Al menos 12 refugiados sirios han muerto ahogados, entre ellos tres niños, esta madrugada al intentar alcanzar la isla griega de Kos desde la costa de Turquía en dos barcas.
En total, 23 personas iniciaron la travesía, de los que solo nueve han sobrevivido y dos están desaparecidos, aunque apenas hay esperanzas de hallarlos con vida, según fuentes de los servicios de emergencias citadas por Reuters. Numerosos medios identifican a los clandestinos como refugiados sirios.
Entre los supervivientes, dos han logrado alcanzar la costa por sí mismos gracias a que llevaban chalecos salvavidas, pero la imagen que ha captado la atención internacional es la del niño. Inmediatmente, en Twitter se ha convertido en tendencia #KiyiyaVuranInsanlik, que en turco significa algo así como "la humanidad se hunde". Algunas fuentes eleven el número de menores ahogados a cinco.
Entre enero y julio, las patrullas turcas salvaron a 20.165 refugiados indocumentados en 629 operaciones en las aguas turcas del Egeo, y detuvieron a 42 personas por tráfico ilícito de personas.
Los refugiados suelen pagar entre 900 y 1.200 euros para una plaza en una lancha neumática que los lleve a una de las cercanas islas griegas, pero los naufragios son frecuentes porque a los traficantes "les da igual si se mueren o no", según han afirmado a la agencia Efe personas que han realizado este viaje.
Más de 4.000 migrantes y refugiados han desembarcado en Atenas en las últimas horas desde la isla de Lesbos en ferris fletados por el Gobierno griego.
Desde allí, muchos se sumarán al éxodo de refugiados que en las últimas semanas cruza el continente con destino a Alemania y países del norte de Europa, en la que ya es la mayor crisis de refugiados en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.