El incendio forestal que está arrasando las Cinco Villas, al norte de Zaragoza, se ha estabilizado, aunque en cualquier momento se puede reavivar el fuego por el cierzo y las altas temperaturas en la zona, que alcanzarán los 40 grados. Hay en la zona 500 efectivos y 26 medios aéreos en un incendio que ya ha calcinado unas siete mil hectáreas
Durante la madrugrada de este lunes, el incendio ha tenido una evolución "aceptable" que ha impedido que aumentara su perímetro. Alrededor de 300 personas han estado trabajando de forma intensa durante toda la noche para poder apagar los focos que permanecen activos. El cambio del viento y el aumento de la humedad relativa han facilitado las tareas a los equipos terrestres.
No obstante, las elevadas temperaturas previstas para este lunes y el giro del viento hacen mantener la prudencia respecto a la evolución del incendio.
Unas 13.500 hectáreas afectadas
Asimismo, los técnicos mantienen un perímetro afectado de alrededor de 13.500 hectáreas quemadas, de las que mitad corresponden a cereal y el resto a pino carrasco natural. Se calcula la superficie quemada en 8.000 hectáreas, a la espera de los datos que aporte el avión de reconocimiento.
Tras presidir la reunión del Centro de Coordinación Operativo de Emergencias (CECOP), el consejero de Presidencia entrante del Gobierno de Aragón, Vicente Guillén, ha precisado que el incendio se mantiene activo, pero "bastante controlado", y que, "salvo circunstancias excepcionales", como que cambie la dirección del viento o las altas temperaturas, "entre hoy y mañana se espera estabilizar totalmente".
En las labores de extinción trabajan en estos momentos 428 personas y entre 15 y 19 medios aéreos del Gobierno de Aragón, Ministerio de Medio Ambiente y Comunidad valenciana. Guillén ha informado de que este lunes se irán retirando efectivos para que puedan descansar por si pudieran ser necesarios de nuevo en caso de que se reactivara el fuego.
El incendio obligó el sábado a desalojar a unos 1.500 vecinos de los municipios de Farasdués, Biota, su pedanía Malpica de Arba, Asín y Orés, y a los 26 ancianos de dos residencias de la tercera edad.
De momento permanecen acogidos en Ejea de los Caballeros y Luesia unas 250 personas a la espera de que el Alto Mando decida que pueden regresar a sus municipios, por lo que Guillén les ha recomendado que se queden "con tranquilidad" donde están acogidos. El motivo es que el viento pudiera cambiar de dirección y amenazar de nuevo a las poblaciones, ha advertido el consejero.