El precio de la gasolina ha recuperado la tendencia bajista después de Semana Santa, aunque lo ha hecho muy débilmente, ya que se ha abaratado apenas seis milésimas respecto al 30 de marzo, según datos el Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE). Se rompe así la racha de nueve semanas de subidas iniciada a mediados de enero y que solo se interrumpió en una ocasión.
En concreto, el litro de gasolina cuesta esta semana de media 1,261 euros en los surtidores, un 9,6% más que a comienzos de enero.
En cuanto al gasóleo, el litro se paga a una media de 1,152 euros y encadena su tercera bajada consecutiva, tras abaratarse un 0,34% en lo que va de abril, con lo que atempera un poco la escalada de precios iniciada a mediados de enero. Sin embargo, desde el inicio de año, el gasóleo acumula un encarecimiento del 4,5%.
Así, con los niveles actuales, llenar un depósito medio de 55 litros de gasolina requiere 69,35 euros, casi 60 céntimos menos que en Semana Santa, mientras que en el caso del gasóleo cuesta 63,36 euros, casi 20 céntimos menos.
Después de impuestos, por debajo de la media europea
Esta evolución de los precios se produce a pesar de la tendencia alcista del precio del barril de petróleo Brent, el que sirve de referencia en Europa, que actualmente se acerca a los 63 dólares por barril.
Después de incluir impuestos, el precio medio de los carburantes en España es inferior al de la media de la UE -donde el precio de la venta al público del litro de gasolina se sitúa en 1,433 euros, y en 1,442 euros en la eurozona- debido a la menor presión fiscal sobre los carburantes.
Sin embargo, antes de impuestos, el precio de los combustibles en España es de los más altos del continente. En gasolina, solo nos superan Dinamarca, Malta, Finlandia, Suecia y Portugal, mientras que en gasóleo, a los anteriores se suman Grecia, Chipre y Bulgaria.