Debáltsevo, la ciudad más acosada por los combates entre el Ejército ucraniano y los rebeldes prorrusos, ha vivido este viernes una tregua parcial, que se prolongará hasta este sábado, según han informado las autoridades de Kiev. El cese de las hostilidades ha permitido la evacuación de decenas de civiles que llevaban días atrapados sin agua, ni calefacción, ni luz entre llas bombas.
La tregua regirá únicamente en dos carreteras, la que va en dirección a Uglegorsk, por la que se efectúa la evacuación de civiles hacia la zona controlada por los separatistas, y la que se dirige a Artiomovsk, controlada por las fuerzas gubernamentales, según ha publicado en Facebook el mando militar ucraniano. El nuevo alto el fuego acordado se mantendrá de forma intermitente hasta las 17.00 de la tarde del sábado.
Aunque la evacuación empezó esta mañana, los separatistas han denunciado que las autoridades ucranianas no informaron a los civiles sobre la apertura de este corredor humanitario, según la agencia prorrusa DAN.
"Si no llegamos a estar junto al ayuntamiento no nos hubiéramos enterado de la evacuación a Donetsk (plaza fuerte de los separatistas). Las autoridades ucranianas no nos informaron de nada", ha dicho una vecina de Debáltsevo, de acuerdo con DAN.
Combates en las afueras de la ciudad
La agencia Reuters cita testigos propios que aseguran quen unas 30 autobuses vacíos han partido desde Gorlóvka hacia Debáltsevo, con escolta de observadores de la OSCE, y un convoy similar ha partido de Artemivsk.
Los vecinos de Debáltsevo, montados en los autobuses que les alejarán de sus hogares y de los bombardeos. Fuente: AFP PHOTO / VOLODYMYR SHUVAYEV.
Aunque se ha respetado el alto el fuego en el centro de la ciudad, las hostilidades entre los dos bandos han continuado en las afueras.
Debáltsevo es un estratégico nudo de comunicaciones que se encuentra a medio camino entre Donetsk y Lugansk, ambas ciudades en poder de las milicias prorrusas. Miles de personas han abandonado ya la ciudad, donde no hay luz ni agua ni calefacción, pero la evacuación se ha visto dificultada por los incesantes bombardeos.
Un millón de desplazados internos
La ONU ha afirmado que los encarnizados combates en el centro de la región de Donestk, en el oriente de Ucrania, han creado nuevas olas de desplazamiento masivo y que el número de desplazados internos se acerca al millón.
El Ministerio ucraniano de Políticas Sociales ha indicado que el número total de desplazados internos registrados es de 980.000, una cifra que, sin embargo, se prevé aumentará rápidamente en la medida en que se registra a los nuevos desplazados.
Unos 600.000 ucranianos adicionales han solicitado asilo o buscado algún otro medio legal para vivir, principalmente en Rusia, pero también en Bielorrusia, Moldavia, Polonia, Hungría y Rumanía, en el último año.
Los enfrentamientos armados de las dos últimas semanas han supuesto la destrucción masiva de infraestructuras y áreas residenciales, y han provocado el hundimiento de los servicios públicos esenciales.
Numerosos civiles han quedado atrapados por los combates y la autoridades han intentado evacuarlos de las zonas de conflicto, lo que sólo han conseguido hacer con una parte de ellos.
Hasta el momento, 2.800 civiles, incluidos 700 niños y 60 personas discapacitadas, han sido sacadas de las localidades de Debátsevo, Avdivka y Svitlodar, donde últimamente la violencia ha sido extrema.
"Llegan con muy pocas pertenencias y sin ropa de abrigo"
La imposibilidad de alojar a los desplazados en los alrededores obligará a transferirlos a zonas más alejadas, en el centro, sur y oeste del país, bajo control gubernamental y donde se espera un repunte de las llegadas. "Nuestros equipos en el terreno informan de que muchos de los recién desplazados llegan con muy pocas pertenencias y sin ropa de abrigo para el invierno, ha dicho el portavoz del ACNUR, Adrian Edwards.
Por esa razón, su organismo ha empezado a distribuir artículos de primera necesidad a quienes más lo necesitan.
Según datos recopilados por los observadores de derechos humanos de la ONU en Ucrania, más de 5.300 personas han muerto en el este del país desde que estalló el conflicto armado a mediados del pasado mes de abril, tras la sublevación prorrusa.