El Parlamento griego ha rechazado por segunda vez al candidato a presidente del país, Stavros Dimas. Dimas, excomisario europeo y varias veces ministro, ha obtenido el voto de 168 de los 300 diputados de la Cámara, lejos de los 200 votos que necesitaba.
En la primera ronda, celebrada el pasado miércoles, el candidato obtuvo el respaldo de 160 diputados.
Dimas tendrá que someterse a una tercera y definitiva votación el próximo lunes, en la que necesita tan solo 180 votos.
En caso de ser rechazado, la Constitución establece un plazo de diez días para la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones generales anticipadas entre tres y cuatro semanas después, esto es, entre el 25 de enero y el 1 de febrero.
El primer ministro, el conservador Andonis Samarás, intenta evitar el adelanto electoral y ha ofrecido incluir en su gabinete a políticos de partidos minoritarios de la oposición a cambio de su respaldo a Dimas y de convocar elecciones a finales de 2015.
La oferta estaba dirigida fundamentalmente a los 24 diputados independientes, que en su mayoría provienen de las filas de la coalición gubernamental entre el Partido Socialista Panhelénico (PASOK) y los conservadores de Nueva Democracia (ND) de los que, sin embargo, tan solo ocho han cambiado el sentido de su voto. Dos de estos diputados son exdiputados neonazis.
La Coalición de la Izquierda Radical, Syriza, contraria a las políticas de recortes impuestas por la Troika (BCE, CE y FMI) a cambio del rescate financiero, parte como favorita en los sondeos ante un eventual adelanto electoral.