El banco británico Lloyds, parcialmente nacionalizado, ha anunciado este martes sus planes para recortar otros 9.000 empleos en los próximos tres años, lo que supone eliminar una décima parte de su actual fuerza laboral. Además, la entidad ha señalado que cerrará 150 sucursales durante ese mismo período. Aunque aprobó, este banco fue el peor de todos los británicos en las pruebas de solvencia realizadas este domingo por el Banco Central Europeo.
En un comunicado remitido a la Bolsa de Londres, Lloyds expone este nuevo plan estratégico junto a la presentación de sus resultados financieros de los nueve primeros meses de este año, cuando logró un beneficio bruto de 1.614 millones de libras (2.047 millones de euros).
Los despidos anunciados se sumarán a los 30.000 ya ejecutados desde el rescate del banco británico, durante la crisis de 2007, y a otros 15.000 anunciados en 2011.
Tras la caída de Lehman Brother's, el Lloyds Bank Group tuvo que ser rescatado por el Estado británico, que inyectó unos 26.000 millones de euros en la entidad y llegó a controlar el 65%. Ahora, su participación ronda el 25%.