La Fiscalía de Corea del Sur ha pedido la pena de muerte para el capitán del Sewol, el ferry que se hundió el pasado abril causando la muerte de 304 personas.
El juicio, celebrado en Gwangju bajo una intensa presión de la opinión pública, ha quedado este lunes visto para sentencia, que se espera para mediados de noviembre.
Los fiscales han exigido además cadena perpetua para otros tres tripulantes, que al igual que el capitán están acusados de homicidio por negligencia grave, un cargo similar al de asesinato en primer grado en otros códigos penales.
Para los otros 11 miembros de la tripulación se piden entre 15 y 30 años por conducta negligente con resultado de muerte.
Según la Fiscalía, el capitán y los 14 miembros de la tripulación retrasaron la orden de evacuación y omitieron su deber de socorro al abandonar el buque mientras se hundía.
El hundimiento del Sewol causó una conmoción nacional en Corea del Sur y acarreó fuertes críticas al gobierno de la presidenta Park Geun-hye y la dimisión del primer ministro.
Los cuerpos de diez de los 304 fallecidos siguen desaparecidos, mientras los servicios de rescate tratan de recuperarlos desde hace meses en el interior del barco hundido en aguas del suroeste del país, una tarea difícil por las fuertes corrientes.