Tras analizar todos los datos disponibles la Agencia Espacial Europea ha dado por fin el visto bueno al intento de aterrizaje de Philae el próximo 12 de noviembre en el núcleo del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko.
Philae es el aterrizador de la sonda Rosetta de la ESA, que desde el pasado 6 de agosto está en órbita alrededor del núcleo de 67P tras haber pasado más de diez años en el espacio y recorrer más de 6.500 millones de kilómetros tras su lanzamiento mientras aceleraba ayudada por la gravedad de Marte y la Tierra para alcanzar su objetivo.
El haber conseguido colocar a Rosetta en órbita alrededor de 67P es ya todo un logro para la Agencia Espacial Europea, pero conseguir culminar con éxito sería ya la guinda que coronara el pastel.
Aterrizaje en automático
Si todo va según lo previsto, el 12 de noviembre a las 9:35 Philae se separará de Rosetta para recorrer los aproximadamente 20 kilómetros que lo separarán de la superficie del núcleo de 67P.
“El 12 de noviembre Philae aterrizará en el cometa“
Dado que en ese momento se encontrarán a unos 508 millones de kilómetros de la Tierra toda la operación de aterrizaje se tiene que realizar en modo automático ya que a esa distancia las señales de radio tardan 28 minutos y 20 segundos en llegar de la Tierra a Rosetta y otros tantos en volver.
Así, no será sino hasta las 9:03 cuando en el Centro de Control de Operaciones Espaciales de la ESA en Darmstadt se reciba la señal de confirmación de la separación.
Para ello antes Rosetta tendrá que haberse colocado en la trayectoria y orientación adecuadas para que Philae parta rumbo a 67P tras la separación.
Unas dos horas después de esta Philae reestablecerá comunicaciones con Rosetta para ir enviando ya los datos que haya ido recogiendo durante el descenso.
“Philae usará sus patas con taladros y arpones para anclarse “
Y a eso de las 16:30 se producirá el aterrizaje, momento en el que Philae utilizará unos taladros situados en los extremos de sus tres patas y dos arpones situados bajo su cuerpo para anclarse firmemente en 67P, pues aunque su masa es de 100 kilogramos, la gravedad de 67P es tan baja que allí solo pesa un gramo, con lo que podría salir disparado de nuevo hacia el espacio de no estar sujeto.
Una hora después del aterrizaje, Philae empezará a recoger datos acerca de su objetivo, pues las baterías de a bordo le permitirán funcionar solo durante 64 horas.
Pero la idea es que los paneles solares que recubren su cuerpo le permitan recargarlas de tal forma que siga en funcionamiento al menos hasta marzo de 2015, cuando 67P estará ya tan cerca del Sol que probablemente Philae no pueda soportar la temperatura.
Rosetta, por su parte, debería durar mucho más, acompañando a 67P durante su aproximación máxima al Sol en agosto de 2015 y en su retorno hacia el sistema solar exterior; el límite estará en la distancia del Sol a la que sus dos paneles solares de 14 metros sean capaces de producir la electricidad suficiente como para mantenerla en funcionamiento.
Orígenes del sistema solar
Las mediciones realizadas por los once instrumentos que van a bordo de Rosetta y los diez de Philae permitirán a los científicos adquirir nuevos conocimientos acerca del momento en el que se formó nuestro sistema solar, ya que los cometas son los restos más impolutos de aquella época.
También aportarán información acerca del origen del agua en nuestro planeta, pues es algo que aún no tenemos claro, aunque hay dos teorías fundamentales, una que lo atribuye a la actividad volcánica de nuestro planeta durante su formación, y otra a las aportaciones realizadas por cometas al estrellarse contra el planeta.