El famoso dibujante alemán Ralph König, ya se atrevió a parodiar La Biblia en su famosa trilogía (Prototipo, Arquetipo y Antitipo) y ahora hace lo propio con una de las novelas más famosas del siglo XX, Un tranvía llamado deseo, de Tennessee Williams, en su nuevo e hilarante cómic: Estación espacial deseo, publicado en España por La Cúpula, como el resto de su obra.
Un cómic protagonizado por sus personajes más populares, Konrad y Paul que no son sino la representación de los dos aspectos de su personalidad (el tipo tranquilo en casa escuchando a Beethoven, y el que busca el sexo fácil, la fiesta y la movida).
Dos personajes que acaban de superar una fuerte crisis y que en este libro evolucionan bastante. De esta forma Paul se nos ha vuelto escritor y se encuentra ultimando una novela donde dos astronautas masculinos conviven en una estación espacial delegada para la explotación de testosterona en Marte, acompañados por un androide femenino con un interes desmesurado en la sexualidad humana.
Entonces, su madre le obliga a a pasar unos días junto a su hermana, que está preñada y convive con un auténtico macho, un hombre vulgar, de pelo en pecho y por supuesto heterosexual, como los que a él le ponen cardíaco. Dos personajes realmente divertidos, sobre todola hermana que es, incluso, más promiscua y ligera de cascos que el propio Paul.
Vamos, una parodia del argumento de Un tranvía llamado deseo en el que Blanche (Vivien Leigh en la película de Elia Kazan), era una mujer madura y anclada en el pasado que visitaba a su hermana Stella (Kim Hunter) y a su marido Stanley, un joven rústico y violento interpretado por Marlon Brando en uno de sus papeles más recordados.
Mientras, el pusilánime Konrad, se encontrará inmerso en una delirante historia de atracción con uno de sus alumnos de piano y la madre de este.
En el espacio nadie puede escuchar tus... ¡gemidos!
En Estación Espacial Deseo, König sitúa a Paul, el barbudo de esta pareja gay, escribiendo un libro centrado en la búsqueda de testosterona en Marte después de que, en pleno año 2021, a los hombres de la Tierra "ya no se les ponga dura", como describe la obra.
Una divertida novela protagonizada por dos astronautas, Barry Kojonen y Brick Hunter, atrapados en la nave espacial interestelar Libido XL con una androide, que tiene momentos delirantes, y en cuyo argumento Paul terminará introduciendo sus sueños húmedos con su cuñado, Marek (al que todo el mundo llama Porky por su exceso de vello corporal, una de las debilidades de Paul).
Un personaje, Marek, que como ya comentábamos, es una parodia del Marlon Brando de Un tranvía llamado deseo, camiseta incluída.
La historia espacial también sirve a König para parodiar películas míticas como Alien, el 8º pasajero, de ahí la frase que destacamos como títular.
Un nuevo enredo, repleto de situaciones cómicas, que volverá a poner en peligro la relación entre Konrad y Paul. Una nueva joya de uno de los autores más famosos de Europa, que lleva más de 30 años haciéndonos reír con títulos imprescindibles como El condón asesino, Lisitrata o El hombre deseado.