La Guardia Civil ha detenido en Cádiz a veinte personas que formaban parte de una organización criminal dedicada a introducir hachís en España desde Marruecos mediante el uso de avionetas.
La red desmantelada recogía la droga en la zona entre Tánger y Larache (Marruecos) y la introducía en aeronaves que partían desde aeródromos españoles a horas nocturnas o durante las primeras luces del alba para evitar ser detectadas.
Durante la operación, denominada “Aterriza”, se han incautado cuatro avionetas, 23 vehículos, siete motocicletas, dos motos de agua, dos embarcaciones, 40.000 euros en efectivo, dos armas cortas simuladas y 240 kilos de hachís.
Según indica la Dirección General de la Guardia Civil en un comunicado, efectivos del cuerpo detectaron que en la madrugada del pasado 14 de junio dos aeronaves partieron desde un aeródromo de Cádiz hacia Marruecos con la intención de cargar droga y regresar a la zona sur de la península para alijarla.
Los agentes localizaron las dos avionetas cuando regresaban a la península e interceptaron una e identificaron a la otra, que huyó gracias a las maniobras arriesgadas que realizó su piloto. En la primera aeronave se incautaron 240 kilos de hachís y fueron detenidas tres personas.
Posteriormente, gracias a la información obtenida en esta primera actuación, dos ciudadanos españoles fueron detenidos en Marruecos. Se habían trasladado al país africano para coordinar la carga de la droga.
Registro de doce domicilios en Cádiz
A continuación la Guardia Civil registró doce domicilios en la provincia de Cádiz, donde detuvo a once personas. Además, se interceptaron otras tres avionetas, entre ellas la que en un primer momento consiguió escapar.
La investigación comenzó a raíz de un accidente aéreo, ocurrido en Marruecos, donde la aeronave siniestrada era objeto de la investigación de la Guardia Civil, que ha realizado la operación en colaboración con la Gendarmería Real de Marruecos.
Los aeroplanos carecían de planes de vuelo, volaban a baja altura para eludir los radares y no activaban los transpondedores con el fin de dificultar su localización. Los miembros de la organización, tras entregar la mercancía, trasladaban las avionetas hasta aeródromos o fincas privadas con escaso tráfico aéreo para evitar que fueran identificadas.
Los narcotraficantes descargaban la droga en fincas forestales o sembrados para lo que utilizaban avionetas tipo "Cessna" que, por su versatilidad, pueden tomar tierra prácticamente en cualquier lugar sin necesidad de una pista de aterrizaje asfaltada.