FICHA TÉCNICA
Título original: 10.000 km.
Año: 2014
Duración: 98 min.
País: España
Director: Carlos Marques-Marcet
Guion: Carlos Marques-Marcet, Clara Roquet
Reparto: Natalia Tena, David Verdaguer
Alex y Sergi son una pareja de treintañeros de Barcelona que, tras siete años de relación, han decidido tener un hijo y formar una familia cuando a ella le ofrecen una residencia artística de un año en Los Ángeles como fotógrafa. Ella se marcha y él se queda preparándose sus oposiciones de profesor y, desde ese momento, su relación se desarrolla a 10.000 kilómetros de distancia, a través de Skype, Whatsapp y Facebook, lo que pondrá a prueba su amor.
Este es el argumento de 10.000 KM, la película que arrasó en el pasado Festival de Málaga -cinco premios incluida la Biznaga de Oro a mejor película-, la ópera prima de Carlos Marques-Marcet, protagonizada por David Verdaguer y Natalia Tena, quienes también se llevaron el galardón a mejor dúo protagonista en el Festival SXSW de Austin. La cinta, participada por TVE, llega con estos exitosos precedentes a las pantallas de cine este viernes.
"Las tecnologías no son ni buenas ni malas para una relación, todo depende de cómo se usen. Lo que cambia para mí es la relación con el aquí y ahora en la distancia. Con Whatasapp o Skype estás en otro sitio, no estás presente… y nos olvidamos de que la presencia física es insustituible", cuenta en una entrevista con RTVE.es Carlos Marques-Marcet, que revela que la película está inspirada en su propia experiencia personal, cuando se marchó hace casi seis años a L.A. con una beca y tuvo que dejar atrás a sus seres queridos.
"Un ordenador no puede sustituir al tocarse, al olerse, al sexo…", opina Verdaguer, quien cree que el Whatsapp y su 'últ. vez hoy a las...' es "una tortura china del siglo XXI". Su pareja en la vida real vive precisamente a 600 kilómetros de distancia, en Madrid, e intentan llevar la distancia lo mejor que pueden.
Este drama de las relaciones a distancia que vive mucha gente hoy en día, impulsado por la crisis económica que ha obligado a muchas parejas a separse por encontrar un trabajo en otros países, fue una de las razones que llevó a aceptar el papel a Natalia Tena -londinense de padres españoles famosa por su papel de la bruja Nymphadora Tonks de la saga de Harry Potter y de Osha en la serie Juego de Tronos-. El guitarrista de la banda de la que es vocalista, Molotov Jukebox, mantiene una relación a distancia con una chica italiana y la situación del guion le resultaba cercana: "Igual me ofrecen el papel tres meses antes y no lo cojo porque no lo entiendo porque yo en mi vida había usado un videochat y mandar un email era mi máxima relación con la tecnología", confiesa entre risas la actriz a RTVE.es.
Las malas pasadas de la tecnología
La tecnología marca la trama de 10.000 KM y también la forma de filmar una historia que, además, no tiene una sola escena rodada en exteriores ni un solo personaje secundario, una decisión que "no fue a priori, sino un proceso natural de la historia" después de que, tras varias revisiones de guion -coescrito por Marques-Marcet y Clara Roquet y premiado también en Málaga-, se descartase lo "superfluo", afirma su director.
El segundo acto de la película, una vez que Alex se muda a L.A., se desarrolla a través de las conversaciones por videoconferencia de la pareja. Para Marques-Marcet era fundamental que ambos estuviesen actuando el uno con el otro, no a través de vídeos grabados, por lo que se preparon dos sets de rodaje en dos pisos de Barcelona, uno en el barrio Gótico y otro en el Latino, con Verdaguer en uno y Tena en otro "realmente hablando a través de las pantallas". Esto conllevaba que, en función del plano, el grueso del equipo y el director simultaneasen ambos sets, mientras que en el otro estaba solo uno de los actores con un técnico de sonido y un ayudante de dirección, a lo más.
Pero claro, la tecnología juega malas pasadas. "No sabes las veces que grité 'fucking videochat' cuando de repente se cortaba la conexión", recuerda Natalia, que añade, no obstante, que eso "también ayudó" porque es "la frustración de la pareja" que no puede estar junta.
"Lo gracioso era que cuando necesitabas que la videocoferencia fuese mal, entonces iba perfecta, por mucho que alejásemos el router o nos pusiésemos todos a conectarnos a la vez", suspira el director, que utilizaba un videochat paralelo para dar las indicaciones al actor con el que no se encontraba físicamente. Y, en caso necesario, "cogía la moto y en 20 minutos me plantaba allí".
"Para los actores era duro, pero una vez acostumbrados también tenía su rollo trabajar solos porque se podían concentrar y encontrar un punto de intimidad que no tienes cuando te rodea un equipo de 30 personas", considera Marques-Marcet.
"Era un bajón no poder charlar con tu compañero o echar un cigarro, pero eso iba bien para la historia... Ahora, actuar delante de un ordenador es como hacer el amor a una butaca. No tiene ningún tipo de sentido", bromea Verdaguer, rostro habitual de la televisión catalana sobre todo en papeles cómicos.
Una química que traspasa la pantalla
La química entre la pareja de 10.000 KM es algo que salta a la vista desde el fotograma del brillante plano secuencia de 23 minutos con el que arranca la película, un primer acto que es puro teatro. Y que existiera esa química entre los protagonistas fue una condición que puso la actriz británica para aceptar un papel que le llegó después de que a seis semanas de empezar el rodaje se cayera la actriz que estaba previsto que hiciera de Alex. "Nos hemos hecho buenísimos, buenísimos, pero que buenísimos amigos", dice Tena de su relación con David -"en cinco minutos éramos mejores amigas, no digo amigos", matiza él-.
Tena, de padre vasco y madre extremeña, también puso como condición que la cinta se rodara en español, pese a que le costó un poco arrancarse. "Yo hablaba mejor el español cuando tenía 16 años porque hablaba más con mis padres. Ahora me cuesta varios días acostumbrarme, pero tras dos semanas de ensayo en Barcelona ya pensaba en español. Pero hay palabras que no me salen y memorizarme el giuon en español... puffff, es mucho más difícil", confiesa Natalia Tena, que agradece a David su apoyo y "paciencia". Ahora solo piensa en rodar más en su lengua materna y hacer algún papel de reina española: "Me encantaría ser Juana la Loca", desvela.
Si la actriz hispano-inglesa llegó de "rebote" a la película, el caso de David Verdaguer fue aún más casual. Marques-Marcet lo encontró en un vídeo de YouTube, subido con el móvil y que es una parodia de amigos de un sketch de Faemino y Cansado, cuando estaba buscando a otro actor. "Es un vídeo haciendo el bobo en una gasolinera de Austria, una cosa muy surrealista", ríe Verdaguer, que recuerda que, pese a que los productores le advirtieron al director que era un actor de comedia en la televisión catalana, le hicieron una prueba y le cogieron.
"He tenido la suerte de que Carlos confiara más en mí que yo mismo porque para mí el cine era una cosa nueva y muy grande y no creía que tuviera ni el físico ni la cara para ser el protagonista de nada hasta que él confío en mí. Y, claro, acojona, porque solo Natalia y yo y dos escenarios...", confiesa.
Esa buena química la reconoce el premio que el Festival de Austin se sacó del bolsillo al mejor dúo protagonista: "¡Es acojonante! Se inventaron eso de "best acting duo" y es maravilloso. Por cierto, el trofeo es el más feo de España: una hebilla de cinturón gigante enganchada en un trozo de madera", ríe Verdaguer, que trabaja de forma permanente con la compañía Teatre Lliure y espera poder compaginar tablas y trabajos en cine.
Expectativas en taquilla
Con el premio de Austin y los cinco de Málaga -película, director, guionista novel, actriz y premio de la crítica- 10.000 KM llega a los cines con altas expectativas que asustan un poco a su elenco. "Da un poco de miedo porque con tanto premio la gente irá con las expectativas muy altas, aunque ha sido todo tan increíble que no lo cambiaría por nada", asegura Natalia.
"Sí, tengo miedo, pero yo siempre tengo miedo, yo soy un cagado de la vida y la persona más insegura de Europa. Después de las buenas críticas y los premios llega la hora de la verdad. Yo confío en el boca oreja y que a la gente le guste, vaya a verla y la recomienden mucho", espera David Verdaguer. E, igual que al amor, merece la pena darle la oportunidad.