Alemania cerrará este año y los dos próximos con déficit cero, y no descarta conseguir "un ligero superávit" en 2017 y 2018, según el plan económico y financiero aprobado este martes por el consejo de ministros alemán. Esta hoja de ruta se enviará ahora a la Comisión Europea, al igual que lo hacen el resto de miembros de la UE.
Según ha indicado el Ministerio de Finanzas en un comunicado, las proyecciones del Gobierno alemán prevén que los presupuestos estatales -que incluyen las cuentas de la federación, las regiones o länder, los municipios y la Seguridad Social- repetirán entre 2014 y 2016 el déficit cero que ya han conseguido en los últimos dos ejercicios.
Con el déficit público bajo control, el Ejecutivo presidido por Angela Merkel prevé centrarse en este período en reducir la deuda estatal, que supera en la actualidad los dos billones de euros, el 78,4% del producto interior bruto (PIB).
De acuerdo con el documento aprobado, el objetivo de Berlín es rebajar la deuda pública hasta el 65% para 2018.
El Gobierno alemán considera asimismo asumible su objetivo a largo plazo -introducido en la Constitución tras una reforma en 2009- de que el déficit estructural no supere el 0,5% del PIB.
Según los objetivos fijados desde el nacimiento del euro, los países de la moneda única deben situar su déficit público por debajo del 3% y mantener su deuda pública a largo plazo en un máximo del 60% del PIB. Sin embargo, la crisis de la eurozona ha disparado esos indicadores por encima de los límites en la mayoría de los Estados miembros de la UE, que se han comprometido a cumplir programas de consolidación fiscal para retomar esos niveles en períodos determinados.