La economía española cerró 2013 con una caída del 1,2%, un retroceso amortiguado por el repunte del 0,3% registrado en el último trimestre del año. Según los datos preliminares del Instituto Nacional de Estadística (INE), el avance del PIB del cuarto tramo de 2013 superó en dos décimas el 0,1% logrado en el tercer trimestre.
Esta contracción económica del 1,2% registrada en 2013 mejora en cuatro décimas la caída de 2012 (-1,6%). Estos datos coinciden con los adelantados por el Banco de España hace una semana y que es una décima inferior a la previsión oficial del Gobierno para el pasado ejercicio (-1,3%).
Según el avance de datos de Contabilidad Nacional Trimestral publicado por el organismo estadístico, el PIB se contrajo un 0,1% en el cuarto trimestre del año pasado en comparación al mismo trimestre de 2012. Esta tasa internanual mejora en un punto el -1,1% del tercer trimestre y permite aproximarse a tasas positivas tras acumular ya diez trimestres consecutivos de caídas internanuales.
Aportación "menos negativa" de la demanda interna
El INE ha explicado que esta desaceleración en el retroceso interanual del PIB es consecuencia de una aportación "menos negativa" de la demanda nacional y de una contribución positiva, "aunque decreciente", del sector exterior.
Los datos de Estadística son aún provisionales y se conocerán a nivel desagregado el próximo 27 de febrero.
De momento, el último boletín mensual del Banco de España señaló que a lo largo de 2013 la economía española siguió una trayectoria de "mejora gradual" que le permitió salir de la fase de contracción en la que había recaído a comienzos de 2011. Ello se produjo, según el organismo regulador, en un entorno de alivio de las tensiones en los mercados financieros, progresiva normalización de los flujos de financiación externa y de mejora de la confianza y del comportamiento del mercado de trabajo.
Por el lado del gasto, el Banco de España indicaba que la demanda nacional registró en el cuarto trimestre del año pasado un avance similar al de julio-septiembre, cuando creció un 0,3% en tasa intertrimestral, mientras que la demanda externa neta habría repuntado levemente, con una contribución nula al PIB.