Los enfrentamientos ocurridos en los últimos días en República Centroafricana se han cobrado ya más de 300 vidas, según los últimos datos de Cruz Roja.
El ejército francés ha desplegado una operación en el país, reforzando las patrullas de Bangui, la capital, en las primeras horas de este viernes. Allí se vive una auténtica psicósis ante la nueva oleada de asesinatos en duros enfrentamientos que se han recrudecido en las últimas semanas.
Aunque este viernes no se ha informado de choques de gran magnitud, varios millares de habitantes de Bangui se han concentrado en las proximidades del aeropuerto, donde el ejército francés y de la fuerza africana tienen sus bases por temor a los ataques en las áreas vecinas de Boeing y Boy-Rabe, según han podido constatar periodistas de AFP.
En el distrito de la Asamblea Nacional, la Cruz Roja central ha recogido decenas de cadáveres abandonados tras los enfrentamientos del jueves, además de multitud de armas como pistolas o machetes.
París y Londres intervienen en Bangui
Tras el recuento de cuerpos depositados en las morgues de los hospitales cercanos y en lugares de culto, además de los recogidos por las calles, Cruz Roja asegura que hay al menos 300 cadáveres, aunque la "hay zonas en las que todavía se están recuperando cuerpos".
Las fuerzas militares francesas "han comenzado su operación" de patrulla por Bangui, según ha afirmado este viernes el ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian en la radio RFI.
En la noche de este viernes, un millar de soldados franceses han llegado ya a suelo centroafricano, según han precisado fuentes militares. En total, se prevé que lleguen más de 1.200 soldados franceses lo más rápido posible.
Además, el ejército galo ha reforzado su operación con un dispositivo procedente de la ciudad portuaria de Douala, en Camerún, con un convoy de tierra que se disponía también para llegar al centro.
Londres ha puesto a disposición de la operación de un portaaviones militar C17.
La ONU condena y pide el fin de los ataques
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha condenado este viernes el último brote de violencia desatado en la República Centroafricana y ha llamado a todas las partes a poner "moderación" y poner fin a los ataques.
"El secretario general está siguiendo de cerca la situación en la República Centroafricana y está alarmado por la escalada de la violencia", ha comunicado este viernes la oficina del portavoz de la ONU.
Ban ha calificado de "sombríos" los informes que llegan desde el país africano. Éstos incluyen enfrentamientos cada vez más profundos entre las comunidades cristianas y musulmanas y los grupos armados, "de consecuencias trágicas".
"El terrible ciclo de violencia y venganza debe terminar de forma inmediata", indicó el secretario general, que ha pedido que se proteja a la población civil
Después del ataque del jueves en Bangui, la misión de la ONU en República Centroafricana (BINUCA) ha reportado que durante la madrugada del jueves al viernes continuaron los asesinatos, así como la quema de cientos de viviendas en Bossangoa.
Proteger a la población, prioritario
La oficina de la Alta Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos también ha expresado su preocupación por la situación en la capital, Bangui, y en Bossangoa.
El organismo ha recordado la necesidad de facilitar asistencia humanitaria y crear las condiciones para el retorno del orden constitucional en el país, siguiendo el calendario marcado por el acuerdo de transición.
El Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado una resolución que autoriza el envío de una fuerza africana (MISCA), apoyada por tropas francesas, para proteger a la población y ayudar a restaurar la seguridad en ese país.
El pasado 24 de marzo, las fuerzas de Séléka derrocaron en un golpe de Estado al hasta entonces presidente, François Bozizé, quien también accedió al poder en una asonada en marzo de 2003 y tras un proceso negociador celebrado meses antes en Libreville.