El Sistema Nacional de Salud (SNS) ha perdido más de 53.000 empleos entre 2011 y 2013, lo que supone casi un 10% de la plantilla, y ha afectado fundamentalmente a mujeres y, sobre todo, a personas con contratos de interinos o eventuales y también a jubilaciones que "en cualquier caso no se han repuesto".
Así se recoge en un informe sobre "El gasto sanitario en España", elaborado por CCOO, que analiza el impacto de las políticas del Gobierno en la equidad y calidad del sistema, y concluye que "el buen gobierno es la clave" del sistema sanitario en este momento, ha señalado el responsable de política sanitaria de la Secretaría de Protección Social y Políticas Públicas del sindicato, Fernando Puig-Samper.
"El Sistema Nacional de Salud está cojo de buen gobierno; falta transparencia, responsabilidad, rendición de cuentas y capacidad para poder decir las cosas en voz alta", ha subrayado.
La mayor pérdida de empleos en la sanidad pública se produjo en 2012 (42.000), ha precisado Puig-Samper, autor del informe, quien ha advertido de que a esto hay que sumar los profesionales que han cambiado de función o han reducido la jornada.
Más demanda sanitaria y menos recursos
El estudio augura una "etapa de fuertes turbulencias" como consecuencia de la disminución en el gasto sanitario desde un 7,2% del PIB en 2007 al 5,4% en 2016, según las previsiones del Gobierno, lo que se traducirá en nuevos "recortes"y "conllevaría volver diez años atrás", ha añadido Carlos Bravo, secretario de Protección Social y Políticas Públicas del sindicato.
“Los servicios de salud tendrán mayor demanda por el envejecimiento y el aumento del desempleo“
Esa reducción se produce en paralelo a un aumento de la demanda de atención sanitaria, debido principalmente a dos factores: el envejecimiento de la población y el aumento del desempleo, asociado a la crisis.
"El consumo de actividad sanitaria de una persona desempleada es infinitamente mayor al de una persona que tiene una ocupación, y esto también requiere respuesta", ha señalado Puig-Samper.
El problema de todo ello, puntualiza, es que las autoridades sanitarias pretenden mantener la misma actividad y con los mismos criterios de calidad y resultados. "Tenemos un problema, porque el crecimiento de las plantillas y los recursos no se producía porque sí, sino porque hay una mayor demanda", ha precisado.
Crece más el gasto privado que el gasto público
La estructura del gasto sanitario en España es similar a la de otros países europeos en cuanto a sanidad pública y privada -un 73% es gasto público y el resto se atribuye al sector privado-, pero desde 2010 se está invirtiendo el ritmo de crecimiento de uno y otro.
El estudio pone de relieve la ruptura de la universalidad de la sanidad que se ha producido con el Real Decreto de reforma sanitaria de abril de 2012, que dejó sin tarjeta a más de 800.000 inmigrantes irregulares.
“El informe denuncia también "el sistema de puertas giratorias" que se da en la sanidad“
"No se entiende desde un punto de vista social ni económico, ya que ahora pacientes con enfermedades contagiosas o leves deben esperar a que se agrave para poder ir al hospital y ser tratados de mala manera", según Puig-Samper, que entiende que a largo plazo supone un mayor gasto.
En cuanto al copago, CCOO no ve mal la modificación que realizó el Gobierno en función de la renta, aunque considera "inexplicables" los tramos para establecer el porcentaje de aportación del usuario.
El informe denuncia también "el sistema de puertas giratorias" que se da en la sanidad: "Yo dejo de ser hoy el responsable de una empresa y paso a ser al día siguiente el responsable de una autoridad sanitaria que tiene que ver con la regulación de la empresa de la que provengo y luego vuelvo a ella o a otra de las mismas características".
En este sentido, ha reconocido que en España los sistemas de incompatibilidad "no están bien regulados" y hace que "se produzcan connivencias de intereses y no de transmisión de conocimiento".