Aún falta la confirmación definitiva, pero la hipótesis más probable del estado del cometa ISON es que se haya desintegrado. En las imágenes obtenidas del telescopio solar espacial SOHO, distribuidas por la NASA y la ESA, se ve "muy claramente" que después de su paso a tan solo 1.165.000 kilómetros de la superficie del Sol, se ve una nube de polvo que se está dispersando y lo que ha quedado de él "está muy débil".
Así lo ha indicado el astrónomo del Instituto de Astrofísica de Canarias, Javier Licandro, a RTVE.es, quien ha señalado que para confirmar si el núcleo de ISON -formado por nieve, rocas y polvo-, se ha desintegrado, hay que esperar a observarlo con un telescopio desde la Tierra. De esta manera se podrá saber si aún queda en el crepúsculo algún trozo, o varios, o ninguno del cometa.
"Lo que ha ocurrido con ISON es un ejemplo de libro de lo que le pasa a un cometa", ha comentado Licandro, quien ha indicado que ahora se ha podido seguir en vídeo la trayectoria de la cola del cometa, como estaba dibujado en los libros de astronomía.
Por su parte, la NASA ha subrayado las posibilidades de observación e investigación que ha proporcionado ISON en el último año, con observatorios de todo el mundo y en el espacio siguiendo la aproximación al Sol del cometa.
Brillo del polvo del cometa
Lo que se ve en las imágenes de SOHO es que el cometa dejó de emitir polvo en una cantidad medible inmediatamente antes o después de la máxima aproximación al Sol. Y es que el cometa no ha resistido ni la fuerza de la gravedad ni las altas temperaturas del Sol.
Sin embargo, la estela brillante que ha podido verse de ISON corresponde al polvo de la cola que ha sido impulsado al exterior por la presión de la luz solar y la trayectoria que ha seguido por la fuerza de la gravedad.
En este sentido, Licandro ha augurado que lo quede por verse del cometa con los telescopios "no va a ser nada espectacular".
Cuatro días de la trayectoria de ISON
La Agencia Espacial Europea ha publicado una animación a partir de las imágenes tomadas por el satélite ESA/NASA SOHO, que muestra la aproximación del cometa ISON al Sol entre los días 27 y 30 de noviembre de 2013.
El día de mayor cercanía al astro fue el 28 de noviembre por la noche, y aunque en unos primeros momentos algunos astrónomos creyeron que se había desintegrado, el cometa apareció al otro lado del Sol y desde ese momento se advirtió que había que esperar para conocer su estado.