FCC perdió 607,6 millones de euros en el primer semestre del año, frente a los 53,4 millones que ganó en igual período de 2012. Este deterioro en las cuentas se debió al efecto de la desconsolidación de la constructora austríaca Alpine y al ajuste del valor de los activos en energías renovables.
En concreto, la salida de su filial austriaca, Alpine -en proceso de liquidación tra solicitar el concurso de acreedores el pasado 19 de junio ante "la imposibilidad" de pagar su deuda financiera de 625 millones de euros- y el ajuste de valor realizado en FCC Energía como consecuencia de los cambios regulatorios aprobados por el Gobierno han costado en total 570 millones de euros (de ellos, 372 millones por Alpine y 147,9 por energía).
Según ha indicado el grupo este lunes, el resultado bruto de explotación (ebitda) alcanzó los 293,6 millones de euros, un 34,7% menos, por el fuerte descenso de la actividad de construcción y cemento en España, junto con menores márgenes en el área de servicios medioambientales.
Los ingresos del primer semestre contabilizaron 3.133,9 millones de euros, lo que supone un descenso del 13,7% respecto al mismo período de 2012.
Plan de ahorro adicional por Alpine
La petición de insolvencia de Alpine ha conducido a su liquidación, con la consiguiente "pérdida de control sobre el grupo Alpine por parte del Grupo FCC", señala la nota enviada por la empresa española a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
FCC ha puesto en marcha un plan de ahorro de costes adicional, por importe de 150 millones de euros, para evitar que esa liquidación y desconsolidación de su filial de construcción europea afecte a los objetivos que el plan estratégico de la compañía fija para el horizonte de 2015.
El plan contaba con que Alpine aportara 100 millones de euros al beneficio bruto de explotación (Ebitda) del grupo, importe que FCC prevé amortiguar con este nuevo plan de ajuste, según ha informado el director financiero del grupo, Víctor Pastor.
Durante la presentación a analistas de los resultados semestrales, Pastor ha descartado que el grupo tenga que hacer frente a nuevos impactos por el concurso de acreedores en que Alpine y su posterior liquidación. "Todos están ya provisionados y no esperamos que surjan otros adicionales", ha añadido.
Caída de un 17,8% de las ventas en España
En España, la facturación se redujo un 17,8%, hasta los 1.818,9 millones de euros, debido principalmente al recorte de la inversión pública en infraestructuras en las áreas de construcción y cemento.
Esta situación ha llevado a la empresa a pactar el pasado abril un ERE con los trabajadores que implica la salida de 842 empleados, el 12,7% de la plantilla de la división de Construcción. En un principio, la empresa había planteado una reducción de plantilla de 1.143 empleados. El acuerdo contempla que unas 200 salidas se canalicen a través de prejubilaciones y jubilaciones parciales; otras 300, mediante bajas voluntarias incentivadas, y el resto mediante despidos.
La caída fue menor en la cartera internacional, que supone el 42% de la actividad del grupo (en comparación al 39% en el ejercicio 2012). En el extranjero, los ingresos se redujeron un 7,5%, hasta situarse en 1.314,9 millones, tras la venta del negocio de gestión de equipajes en aeropuertos y de una terminal portuaria de cemento en Reino Unido.
Al cierre del semestre, la cartera de negocio aumentó un 6,6%, hasta los 32.935 millones de euros, por la incorporación de contratos en servicios medioambientales y agua.
Refinanciación de deuda en marcha
Además, Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) informa a la CNMV que ha iniciado un proceso de reestructuración financiera global para el conjunto de los préstamos sindicados de la matriz y de "una parte significativa" de la financiación bilateral con la que confía en lograr "la financiación necesaria para ejecutar las inversiones previstas en el plan estratégico y atender los compromisos derivados de la ejecución de las operaciones".
Dentro de esa refinanciación, la constructora destaca la obtención de un crédito de 500 millones de euros -que vence en el último trimestre de este año- para atender "determinados compromisos de aportación de fondos a corto plazo".
La desconsolidación de Alpine tuvo un efecto positivo en el endeudamiento del grupo, que se redujo en un 6,1%, hasta 6.654 millones de euros, tras restar los 433 millones de euros correspondientes a la filial.
FCC prevé cerrar el ejercicio con una deuda de unos 6.000 millones de euros (1.000 millones de euros menos que en 2012), gracias al cobro de las ventas de activos previstas y a los 300 millones que le reportará el nuevo plan de pago a proveedores del Gobierno.
Además, el pasivo estará reestructurado, dado que la compañía que preside Esther Alcocer Koplowitz mantiene "avanzadas negociaciones con sus principales bancos" que confía concluyan en un gran acuerdo para refinanciar unos 5.000 millones de euros de deuda entre los próximos meses de octubre y noviembre.
En cuanto a la ventas de activos previstas en su plan estratégico, el director financiero ha indicado que "todos los procesos de desinversión previstos en el plan estratégico están ya en marcha", en referencia a las ventas de sus negocios de logística y de mobiliario urbano. Sobre este último, este mes espera recibir propuestas vinculantes por Cemusa y está "también esperándolas" por las energías renovables, negocio que lleva asociado una deuda de 770 millones de euros.