La Policía italiana ha detenido a un prelado italiano como parte de la investigación de las irregularidades detectadas en el Instituto de Obras de Religión (IOR) el conocido como Banco Vaticano.
Junto a monseñor Nunzio Scarano, que hasta hace poco ocupaba un alto puesto administrativo en la banca vaticana, han sido detenidos Giovanni Maria Zito, exagente de los servicios secretos internos italianos (AISI), que ya había sido destituido hace algunos meses de su cargo, y Giovanni Carinzo, un intermediario financiero.
Los medios italianos aseguran que las pesquisas que han llevado al arresto se concentraban en la entrada ilegal en Italia de 20 millones de euros desde Suiza. La Fiscalía de Roma acusa a los tres de los delitos de corrupción y estafa.
Suspendido por otra investigación
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, ha explicado que Scarano fue suspendido hace un mes del servicio de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), el ente que gestiona el inmenso capital inmobiliario del Vaticano, después de que se conociera que estaba siendo investigado.
Según informa desde Roma el corresponsal de RNE, Iñaki Díez, la Fiscalía de Salerno, cerca de Nápoles, de donde es originario Scarano, comenzó una investigación por diversas sumas de dinero llegadas en cheques de 10.000 € y oficialmente contabilizadas como donaciones para cancelar las deudas inmobiliarias. Era un reciclaje, ya que el dinero se lo devolvían a los empresarios que habían efectuado esas donaciones.
Scarano, de 61 años, fue ordenado sacerdote hace 27. Pasó un tiempo como empleado del desaparecido Banco Americano en Italia. Desde hace tiempo, no vivía en Salerno
Las detenciones se producen solo dos días después de que el papa Francisco anunciara la creación de una comisión para la reforma del banco, que en los últimos 30 años ha estado varias veces involucrado en turbios asuntos de blanqueo de dinero.
La revolución del papa argentino ha empezado porque el Vaticano expresa su total disponibilidad a colaborar con la justicia. Entre 2002 y 2008, la Fiscalía de la República había realizado 3 rogatorias a la Santa Sede sin obtener ninguna respuesta. Con esta operación se constata que el muro del Banco Vaticano ha dejado de ser impenetrable para la Justicia.