21 personas murieron este pasado martes en un enfrentamiento entre policías y civiles que atacaron una comisaría en la región autónoma de Xinjiang, en el noroeste de China.
En la zona actúan grupos independentistas uigures, una etnia musulmana y turcófona que se opone al dominio de la etnia han, mayoritaria en China.
La agencia oficial Xinhua ha confirmado el ataque, que se produjo el martes por la tarde en la comarca de Maralbexi, cerca de la ciudad de Kashgar, centro de la cultura uigur.
La agencia sin embargo no detalla la cifra de muertos. La agencia AFP cita a M. Cao, un responsable del distrito de Barchuk, situado al oeste de la región, quien ha dado la cifra de 21 fallecidos, de los cuales al menos seis eran atacantes. Otras ocho personas habrían sido arrestadas.
Según publican algunos medios locales como el oficial Tianshan, al parecer la comisaría se encontraba en el pueblo de Bachu, en la citada comarca, si bien se desconoce el motivo de este enfrentamiento.
La región de Xinjiang es escenario de frecuentes choques entre han y uigures. El 5 de julio de 2009, las protestas de la minoría musulmana en las principales calles de Urumqi, la capital regional, acabaron con cerca de 200 muertos. En febrero de 2012, nuevos choques provocaron otros 20 muertos.
Tras estas revueltas, el peor conflicto étnico en China de las últimas décadas, el gobierno bloqueó el acceso a internet, las llamadas telefónicas internacionales y la mensajería por móvil, argumentando que con ello intentaba garantizar la seguridad y evitar la propagación de la violencia.