Casi diez horas después de la explosión en una planta de fertilizantes que ha devastado la fábrica del pueblo texano de West, las casas continúan envueltas en llamas y los equipos de emergencia buscan a las víctimas mortales entre las que figuran varios bomberos desaparecidos.
Los testigos de la explosión relatan que fue como una bomba nuclear o un terrremoto. "He andado por la zona, sobre las cosas. Es brutal. Ha sido como Irak", asegura el portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Texas, D.L. Wilson, en estado de shock. "Un edificio con unas 50 viviendas parecía un esqueleto".
"Esto ha sido una explosión como en una guerra, como si hubiera caído una bomba atómica", ha afirmado también en la televisión Tommy Muska, alcalde de la localidad situada a unos 30 kilómetros al sur de Dallas y 32 kilómetros al noroeste de Waco.
"Esperamos que salga el sol para tener una idea más exacta de lo ocurrido, pero durante toda la noche han continuado las labores de búsqueda y socorro", ha añadido Muska.
"Hay gente atrapadas en las casas"
Casi la mitad de los 2.800 habitantes de West Texas han sido evacuados, incluidos los que vivían en una residencia para ancianos a unos 500 metros de la planta Fertilizadora West, donde un incendio al anochecer del miércoles fue seguido por una potente explosión.
George Smith, director de la residencia para ancianos y de los servicios de emergencia de West, en una entrevista con la cadena CNN de televisión en la que se le ve con el rostro ensangrentado, ha expreado angustia por algunos miembros de su personal de socorro.
"No sé dónde está mi gente", ha añadido Smith. "Hay gente atrapada en las casas. Necesitaremos maquinaria pesada para remover los escombros, necesitaremos que nos envíen equipos para búsqueda". "Es un verdadero desastre", ha asegurado.
Glenn Robinson, director del Centro Médico Hillcrest, en Waco, ha afirmado que su institución recibió al menos 94 heridos y de ellos 27 quedaron internados, cinco en cuidados intensivos.
"La mayoría de las personas presenta heridas que son típicas después de una explosión: cortes y laceraciones causadas por objetos", ha añadido.
Bomberos en paradero desconocido
Robinson ha señalado que los médicos en su clínica no han encontrado en las personas atendidas síntomas de intoxicación y otros efectos de productos químicos como los empleados en la planta de fertilizantes.
Asimismo, ha indicado Robinson, el hospital Providence de Waco recibió al menos 58 personas con lesiones relacionadas con la explosión en West.
El sargento de Policía de Waco Patrick Swanton, que hizo de portavoz de las diferentes agencias de emergencias que se encuentran en el lugar, ha explicado en rueda de prensa que las autoridades esperan que el número de fallecidos aumente a medida que continúan las labores de rescate, pero no ha dado cifras.
"Puedo confirmar que puede haber bomberos que se encuentren en paradero desconocido y potencialmente un agente de la ley también", ha afirmado Swanton, quien también puntualizó que los fuertes vientos están dificultando las labores de rescate.