La multinacional gallega Pescanova ha solicitado el concurso voluntario de acreedores "en aras de la preservación de la continuidad empresarial" y de "la protección de los intereses afectados" al no poder alcanzar un acuerdo a corto plazo tras una reunión extraordinaria de más de trece horas con sus acreedores en la sede de la sociedad en Chapela, Redondela.
En un comunicado ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) reconoce que su situación financiera presenta "riesgo de deterioro". No obstante, la sociedad tiene "la firme voluntad" de presentar, en el curso del procedimiento, una propuesta de convenio a sus acreedores que "garantice la salvaguarda de los derechos e intereses" de sus trabajadores, acreedores y accionistas y "la gestión continuada" de Pescanova.
Por su parte, la CNMV ha emitido un nuevo "requerimiento con apercibimiento del régimen sancionador", en el que da a la empresa un plazo de cinco días hábiles para que remita la información económica correspondiente al segundo semestre de 2012, así como determinada información complementaria, ya que considera que la información financiera remitida por Pescanova al supervisor es "incompleta" e "insuficiente".
El consejo también ha decidido solicitar la revocación del nombramiento de BDO para la verificación de sus cuentas anuales individuales y consolidadas del ejercicio 2012, aún pendientes de presentación, así como la designación de un auditor "forensic" elegido entre las principales firmas de auditoría.
Reunión "in extremis"
La reunión, que ha durado más de trece horas, se ha prolongado hasta casi el mismo día en que finalizaba el plazo de entrega de las cuentas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, según fijaban los requerimientos del 1 y 12 de marzo pasados. El hermetismo ha sido la nota predominante, al igual que en el anterior consejo extraordinario, ya que los informadores no han podido acceder ni siquiera a las inmediaciones de la factoría de Chapela.
Un intercambio de desmentidos a la CNMV el pasado marzo puso de relieve las divisiones en la compañía por las críticas de algunos consejeros con la falta de transparencia en la gestión de la empresa gallega.
Los mismos han reclamado en esta reunión los datos económicos de la situación actual de Pescanova tras un mes de preconcurso de acreedores. Pescanova anunció a la CNMV un desfase entre el pasivo reclamado por las entidades financieras y el que tenía contabilizado, pero no precisó la cuantía.
La deuda total del grupo Pescanova asciende a 2.500 millones de euros, según datos del Centro de Información de Riesgos del Banco de España. De esta cuantía, 1.600 millones corresponden a la matriz. La compañía ha informado de negociaciones para vender su negocio de salmón en Chile, pero de momento no hay noticia del cierre de la operación.