Un empleado civil del Ejército de Estados Unidos ha muerto a tiros este miércoles en un aparcamiento de la base militar de Fort Knox, en Kentucky, en un incidente que ha provocado la alerta y ha obligado a desplegar un dispositivo de seguridad.
El suceso se produce menos de dos semanas después de que un marine matara a dos colegas en una base en Quantico, Virginia, y luego se suicidara.
En febrero, medios locales informaron que un soldado y su esposa habían muerto por disparos en su casa, en otro suceso que el Ejército atribuyó a una disputa doméstica.
No es un acto indiscriminado
Las autoridades han asegurado que el tiroteo no ha sido un acto indiscriminado y han informado que el autor o autores continúan libres. La Policía podría estar buscando a un hombre que conduce una motocicleta Yamaha negra.
El tiroteo se ha producido junto al cuartel general de la Comandancia de Recursos Humanos y la víctima pertenecía a este departamento.
"Agentes especiales del comando de Investigación Criminal del Ejército de EE.UU. están investigando un incidente personal y no un acto indiscriminado de violencia", ha declarado Chris Grey, portavoz militar.
Las puertas de la base de Fort Knox se cerraron totalmente al tráfico, y la principal se abrió una hora después.
Fort Knox, cerca de Louisville, acoge a 40,000 soldados, miembros de sus familias y empleados.