La organización terrorista ETA ha advertido de "consecuencias negativas" tras no haber avanzado en un proceso de negociación con la banda durante los meses en los que estuvo en Oslo (Noruega), en referencia a la negativa del Gobierno a sentarse a negociar con la banda.
ETA asegura que el cierre del "espacio de negociación" retrasará y "dificultará" la "resolución del conflicto". Además matiza que el desarme no está incluido en su agenda con los verificadores internacionales.
En un comunicado que publica Naiz.info, el periódico on-line afín a la izquierda abertzale, ETA ofrece detalles sobre la expulsión de sus interlocutores de Noruega y niega que haya tratado sobre el desarme con la Comisión Internacional de Verificación.
Los terroristas lamentan que las conversaciones mantenidas en Oslo con los mediadores a través de la Comisión Internacional de Verificación no han tenido "los efectos deseados". Por eso, augura "consecuencias negativas" a la decisión de "deshacer el espacio de diálogo y negociación".
Por este motivo, carga contra la actitud del Gobierno de Mariano Rajoy y contra el comportamiento que tuvo el anterior del socialista José Luis Rodríguez Zapatero. Incluso, denuncia su incomprensión hacia el PNV por apoyar al Gobierno español en sus tesis.
ETA indica que el nombramiento de un grupo interlocutor y la "creación de una mesa de diálogo" respondían a un "compromiso" adquirido por el Gobierno español y la propia organización terrorista con anterioridad a la "decisión histórica" de la banda, en alusión al fin de su actividad terrorista.
Precisamente, Rajoy ha respondido al comunicado de ETA desde Francia, donde se encontraba reunido con su homólogo francés, François Hollande, en el Palacio del Eliseo para tratar las consecuencias del rescate a Chipre y la respuesta de la Unión Europea.
El presidente español ha asegurado que "las consecuencias positivas para todos" vendrán cuando ETA "anuncie definitivamente" su "disolución" como banda terrorista.
El proceso de desarme no está en su agenda
ETA matiza que el proceso de desarme del que tanto se habla en las últimas fechas "no ha estado ni está en la agenda de trabajo de ETA y la Comisión", ya que "queda fuera del mandato que se dio la Comisión Internacional de Verificación.
A su juicio, este asunto se está utilizando intencionadamente de forma "malévola" para "ocultar la total responsabilidad que tienen los estados en el bloqueo del proceso" de negociación que ETA querría desarrollar.
Pese a todo esto, la banda terrorista avisa de las "consecuencias negativas" que puede tener esta actitud pero recalca su plena disposición a "seguir trabajando por construir una resolución definitiva".
Para ello, mantendrá activa la representación que ha designado en las conversaciones con los mediadores internacionales y afirma que no cederá "ante las dificultades, porque Euskal Herria merece y necesita la paz y la libertad".
El PP tuvo "información detallada"
ETA sostiene que, tras las elecciones de 2011 el nuevo Gobierno del PP tuvo desde el principio "información detallada" de todos los "avances" del proceso, por lo que sabía que "estaba preparado un ámbito de diálogo para superar las consecuencias del conflicto".
"Aunque la actitud del Gobierno español fue negativa, ETA ha actuado en todo momento de una manera seria y constructiva, tanto cuando el Gobierno español ha pedido tiempo para reflexionar, como cuando ha surgido la posibilidad de construir una vía de relación discreta y estable", asegura la banda.
La respuesta del Gobierno ha sido, según ETA, "dejar morir el espacio de diálogo", cuando no "atacarlo directamente y sabotearlo a través de los servicios de inteligencia".
ETA destaca la "responsabilidad y nivel de compromiso" de sus militantes, que ha sido "decisiva para evitar accidentes y enfrentamientos" ante la "irresponsabilidad de los estados".
No obstante, la banda sostiene que "sigue vigente" la propuesta que hizo en su comunicado del pasado mes de noviembre, en el que pidió al Gobierno que negociara sobre el desarme, los presos y la "desmilitarización" de Euskadi.
"Ni confirmo ni desmiento"
Las autoridades noruegas expulsaron de su territorio el pasado mes de febrero a los dirigentes de ETA que permanecían en el país escandinavo desde hacía meses.
En concreto, tres de sus máximos representantes, David Pla, Iratxe Sorzábal y el histórico 'Josu Ternera' estuvieron allí con la protección de las autoridades locales al menos desde finales de 2011, tras la conferencia de Aiete.
Según informaron a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista, la banda llegó a ofrecer durante este tiempo al Gobierno varias propuesta de diálogo que fueron rechazadas. Estas mismas fuentes indicaron que el hastío de las autoridades noruegas ante la falta de avances fue la que determinó la expulsión de los terroristas.
"Ni confirmo ni desmiento", así respondío el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, sobre estas informaciones.
Díaz mostró su opinión sobre el tema y dijo que "seguramente" ETA creía que iba a haber "negociación, excarcelaciones y acercamientos de presos", medidas que no se cumplieron y que demuestraban que "no hay espacios de impunidad para nadie".
La banda terrorista anunció el "cese definitivo de su actividad armada" el 20 de octubre de 2011 a través de un vídeo difundido en el diario abertzale Gara, la BBC y The New York Times, 52 años y 829 asesinatos después de su creación.
En el comunicado, la banda terrorista hizo un "llamamiento a los gobiernos de España y Francia para abrir un proceso de diálogo para la resolución de las consecuencias del conflicto y, así, la superación de la confrontación armada".
Francia condena a ocho años de cárcel a "Txeroki"
Mientras, la justicia francesa ha condenado a ocho años de cárcel a Garikoitz Aspiazu Rubina, "Txeroki", considerado exjefe militar de ETA, e impuso cinco a su compañera Leire López Zurutuza, con la que fue detenido el 17 de noviembre de 2008.
Se trata de la tercera condena en Francia contra "Txeroki" y en este caso el Tribunal Correccional de París también sentenció a ambos a la expulsión definitiva de Francia al término de las condenas.
El tribunal juzgaba a la pareja por pruebas encontradas durante su arresto en un piso franco en la estación de Cauterets, en los Pirineos franceses, que los situaban en el aparato militar de la organización terrorista en ese momento.
La fiscalía pidió diez años de cárcel para "Txeroki" y siete para López Zurutuza.