El grupo armado Brigada de los Mártires de Yarmuk ha secuestrado como rehenes a 21 observadores de Naciones Unidas en una zona montañosa al sur de Siria. La expedición de la ONU supervisaba el cumplimiento del alto el fuego entre Israel y Siria, ocupada por el estado hebreo en la Guerra de los seis días, de 1967.
El Observatorio de Derechos Humanos del país ha difundido un vídeo en internet en el que aparecen seis de los observadores, de nacionalidad filipina, que ya han sido liberados.
Seis de los observadores ya han sido liberados
El grupo Brigada de los Mártires de Yarmuk se ha atribuido esta acción y ha acusado a los capturados de ayudar a las fuerzas del régimen de Bachar al Asad a desplegarse en las proximidades de la aldea siria de Yumla, cercana a los Altos del Golán y ocupada hace tres días por los insurgentes.
En el vídeo, bajo el título "Mensaje de las tropas de Naciones Unidas para el mundo", el capitán del grupo explica que cuando intentaban alcanzar su nueva posición hubo explosiones, se vieron obligados a detenerse y los civiles les ayudaron, acomodándoles y proveyéndoles de agua y comida".
La ONU trabaja por la liberación del resto de rehenes
Tras la liberación de los seis observadores filipinos, Naciones Unidas está tratando de conseguir la liberación de todos ellos.
"Naciones Unidas trabaja para lograr la liberación de estas fuerzas de paz, independientemente de quien los retenga", ha asegurado Nesirky durante una rueda de prensa.
El Gobierno español exige la liberación inmediata
El Gobierno de España ha exigido hoy la liberación "inmediata y sin condiciones" de los 21 observadores de Naciones Unidas que han sido tomados como rehenes en una zona del sur de Siria cercana a los Altos del Golán.
A través de un comunicado remitido por el Ministerio de Asuntos Exteriores, el Ejecutivo se suma a otros países de la comunidad internacional y condena "enérgicamente" una acción que tacha de "injustificada y reprobable"
El Gobierno llama a los autores del secuestro -atribuido a un grupo de rebeldes sirios- a "respetar la libertad de movimientos y de acción de la misión observadora, que debe cumplir con su mandato en estos momentos de especial tensión regional".