El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, ha asegurado que para conceder el indulto al kamikaze que provocó el accidente en el que murió un joven en Alzira en 2003, "se han sopesado todos los elementos incluido el sufrimiento de las víctimas".
Entre estos elementos, Gallardón ha defendido que el conductor no circulaba "bajos los efectos del alcohol " o que "padecía epilepsia", un hecho que fue "acreditado" por los servicios sanitarios públicos, según ha asegurado.
Después, ha señalado que el centro penitenciario informó favorablemente, constatando que los nueve años transcurridos desde los hechos de sus ingreso en prisión no había cometido delito, se arrepintió, se reintegró socio-laboralmente y no había pronóstico de reincidencia
El PSOE le ha preguntado al ministro en la sesión de control al Gobierno sobre la "inusual rapidez" con la que se ha tramitado el proceso. Una decisión que ha causado profundo malestar en diferentes sectores de la sociedad entre los que se encuentran asociaciones de víctimas de accidentes de tráfico o que también ha manifestado el Presidente del Supremo.
"Se ha convertido usted en la Defensa", le ha reprochado a Ruiz-Gallardón el diputado socialista Joaquín Francisco Puig Ferrer que ha subrayado que el despacho de abogados que defendió al indultado está ligado "a familiares directos del ministro y a miembros del Partido Popular".
El ministro ha respondido que desconocía quiénes eran los letrados que defendieron al kamikaze porque el despacho de abogados "no figura en los expedientes del indulto" y ha admitido que "como en todos los indultos tuvimos dudas y por eso vimos lo que se había hecho antes" en referencia al último indulto en un caso de seguridad vial tramitado por el Gobierno de Zapatero en septiembre de 2011.