Cada vez que hay un tiroteo en Estados Unidos en el que mueren inocentes, como el ocurrido en la escuela infantil de Newtown, se reabre el debate en el país sobre las armas de fuego. El propio presidente, Barack Obama, se ha comprometido a estudiar posibles medidas al respecto.
Sin embargo, no todas las iniciativas al respecto van siempre en la dirección de limitar su uso. Los partidarios de la Segunda Enmienda (que consagra el derecho de todos los estadounidenses a portar armas) creen, por el contrario, que la mejor manera de evitar una nueva masacre es que más gente vaya armada.
Este es el principio aplicado en la distrito escolar de Harrold, en Texas, donde desde 2006 se les permite a los profesores y al personal de los colegios llevar pistolas escondidas. Los medios de comunicación estadounidense han sacado a relucir este caso en los últimos días como ejemplo de las diferentes soluciones a los episodios de violencia ya habituales en la sociedad estadounidense.
Efecto disuasorio
En el distrito de Harrold solo hay una escuela, con 103 alumnos. La localidad está a 20 minutos de la estación de policía más cercana.
Esta iniciativa, denominada "Plan Guardian", fue adoptada por el superintendente de Educación del distrito, David Thweatt, después de la matanza de Virginia, en la que murieron una treintena de personas.
"La gente que comete estos actos horribles son malvados, pero no están locos: siempre saben dónde van a encontrar resistencia", ha declarado a la cadena estadounidense CBS. La idea es, por tanto, que al saber que los profesores pueden devolver los disparos los hipotéticos agresores se lo pensarán dos veces antes de perpetrar una matanza en Harrold.
Muchos padres creen que sus hijos están así más seguros. "El viernes [tras el tiroteo de Newtown], nuestros padres expresaron el dolor por lo ocurrido, y también gratitud por tener esta política para proteger a nuestros hijos", ha asegurado Thweatt a la radio pública NPR.
Los profesores reciben entrenamiento de tiro, pero el superintendente no ha revelado cuántos de ellos van efectivamente armados.
La ley del estado de Texas permite llevar armas escondidas en las escuelas con el permiso del distrito. Harrold fue el primero en concederlo. Al otro lado del espectro, el gobernador de Michigan ha vetado una iniciativa similar en los últimos días.