Grecia redujo el déficit presupuestario del Gobierno central en un 37% entre enero y septiembre, aunque al mismo tiempo cayeron también sus ingresos fiscales debido al descenso de la actividad económica, ha informado este jueves en Atenas el Ministerio de Finanzas.
El año pasado, el déficit se situaba en 20.101 millones de euros después de los tres primeros trimestres, mientras que este año se ha quedado en 12.619 millones de euros en ese mismo período de tiempo.
Esa cantidad de déficit acumulada hasta septiembre es un 6,4% inferior (861 millones de euros) a las previsiones establecidas por el Parlamento griego en marzo pasado, después de la aprobación del segundo plan de rescate europeo para Grecia.
Los datos presentados este jueves no incluyen los gastos de las administraciones locales y de la Seguridad Social.
Por otra parte, el déficit primario -es decir, antes del pago de intereses de la deuda- también ha bajado notablemente, al pasar de 6.069 millones de euros entre enero y septiembre de 2011 a 1.998 millones de euros en el mismo período de este año.
Menos gasto, menos ingresos
Detrás de esta reducción están, entre otras cosas, los recortes en las inversiones públicas (que bajaron de 3.582 millones de euros en los nueve primeros meses de 2011 hasta 2.783 millones este año), lo que ha ahondado más la recesión que sufre el país.
Ese empeoramiento de la crisis económica ha provocado una caída en los ingresos fiscales del Estado, que ha recaudado 36.774 millones de euros entre enero y septiembre, 1.287 millones menos de los previstos anteriormente.
Para contrarrestar esta bajada de ingresos, el gasto público general se ha reducido aún más, en 2.178 millones de euros, hasta quedar en 49.393 millones de euros.
Grecia está negociando con la troika internacional un nuevo paquete de recortes por valor de 13.500 millones de euros, para recibir a cambio el próximo tramo de ayudas (31.000 millones de euros) y evitar así una quiebra del Estado.
Precisamente, este jueves el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha pedido que se dé dos años más a Grecia para cumplir sus objetivos de consolidación fiscal, al tiempo que también creía que debía darse un plazo más amplio a España y Portugal.