El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha anunciado que le ha sido detectado un pequeño tumor en la próstata del que será intervenido el miércoles en Bogotá por recomendación médica.
En una alocución presidencial por radio y televisión, Santos ha señalado que "el tumor ha sido detectado muy a tiempo" y no compromete su integridad física. También ha asegurado que la probabilidad de quedar totalmente curado es del 97 %.
Santos ha precisado que la cirugía se realizará en la Fundación Santa Fé de Bogotá, donde permanecerá unos días, "con limitaciones físicas", pero "en todo momento ejerciendo las funciones como Presidente de la República". "Estaré limitado en algunas de mis funciones, pero no incapacitado", ha insistido.
El presidente colombiano ha explicado que la dolencia le fue detectada tras practicársele una biopsia y que su médico, Felipe Gómez, le recomendó que constatara los resultados con otros expertos; algo que Santos hizo la semana pasada cuando estuvo de viaje en Estados Unidos para participar en la Asamblea General de la ONU.
"En Nueva York tuve oportunidad de hacer una resonancia", ha explicado Santos, quien ha añadido que tres médicos expertos en la materia -un urólogo y dos oncólogos- ratificaron la necesidad de la intervención.
La enfermedad en otros presidentes latinoamericanos
El presidente de Colombia no es el único dirigente latinoamericano que sufre esta enfermedad. Al mandatario venezolano, Hugo Chávez, le diagnosticaron en 2011 un cáncer en la zona pélvica, del que sufrió una recaída a principios de este año. No obstante, Chávez, de 58 años, se ha declarado curado por completo.
También en 2011 el expresidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció que comenzaría un tratamiento de quimioterapia para tratarse de un cáncer en la laringe. En marzo de este año, los médicos aseguraron que la enfermedad había desaparecido con el tratamiento.
Muy sonado fue también el caso de la presidenta agentina, Cristina Fernández de Kirchner, quien retomó su actividad presidencial 20 días después de someterse a una operación de tiroides a raíz de un diagnóstico inicial de cáncer que finalmente fue descartado.