La Policía de Sao Paulo ha detenido al director de Google Brasil, Fabio José Silva Coelho, por incumplir una orden judicial que exigía a la empresa retirar una serie de vídeos publicados en Youtube en los que supuestamente se atacaba a un candidato político.
Silva Coelho ha sido posteriormente puesto en libertad tras acordar cooperar en el caso. "Google está ofreciendo aclaraciones a las autoridades legales, ha dicho un portavoz de la compañía, informa Reuters.
El delito tiene una pena prevista de un año de detención, pero por tratase de "un crimen de menor potencial ofensivo", y a pesar del arresto, Silva Coelho "no permanecerá preso" y se acogerá a lo que está previsto en la ley "para este tipo de casos", señala un comunicado de la Policía Federal brasileña recogido por Efe. Las autoridades han informado de que el acusado firmará un término "circunstancial" para poder responder en libertad durante el proceso judicial.
La detención se ha producido después de que la empresa se negara a retirar varios vídeos en los que supuestamente se acusa al candidato a la alcaldía de Campo Grande --capital del estado de Mato Grosso do Sul-- de exigir a su amante que abortara, según Reuters.
“La responsabilidad de los vídeos publicados en Youtube es de los usuarios“
Por su parte, Google Brasil asegura que apelará la decisión que ordena la retirada del vídeo ya que, como plataforma, "la responsabilidad de los vídeos publicados en Youtube es de los usuarios".
Aunque Google no tiene la culpa de la publicación de este vídeo, la empresa puede ser considerada responsable por no retirar el contenido declarado ilegal por un juez, según Leonardo Palhares, un abogado especializado en derecho de internet consultado por Reuters.
Este interrogatorio se ha producido un día después de que un tribunal estatal de Sao Paulo diera a la compañía 10 días para retirar de su cuenta oficial en Youtube el vídeo sobre Mahoma que desató violentas protestas en el mundo musulmán, informa Reuters, que indica -citando a un portavoz de la empresa- que Google Brasil no ha recibido certificación oficial sobre este asunto.
En su conjunto, estas decisiones judiciales representan la presión más fuerte a la que Google se ha enfrentado en Brasil, donde por primera vez sus ejecutivos han sido objeto de críticas.