La Audiencia Nacional ha acordado mantener en libertad con medidas cautelares al narcotraficante Laureano Oubiña tras ser condenado el pasado martes a 4 años y 7 meses de cárcel por blanquear dinero obtenido ilícitamente de la venta de droga, y a pagar una multa de más de 2,2 millones de euros.
Así lo ha acordado la sección cuarta de la sala de lo penal tras celebrar esta mañana la vistilla prevista en el artículo 505 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim) para adoptar medidas cautelares, en la que el fiscal antidroga ha pedido su ingreso en prisión provisional y subsidiariamente una fianza a partir de 100.000 euros.
La sala, formada por los magistrados Teresa Palacios, Carmen Paloma González y Juan Francisco Martel, impone otras medidas cautelares "que pueden paliar el riesgo de huida" de Oubiña, le prohíbe abandonar el territorio nacional, le retira el pasaporte y le impone comparecencias los lunes y viernes en la comisaría más cercana a su domicilio, además de obligarle a fijar un domicilio.
Oubiña, que salió de la prisión madrileña de Navalcarnero el pasado 17 de julio tras haber cumplido varias condenas por tráfico de drogas desde 1990, fue absuelto por la Audiencia Nacional, ocho días después de su puesta en libertad, de blanquear más de 4,5 millones de euros procedentes de beneficios obtenidos por traficar con drogas.
En su auto, el tribunal ha valorado ahora las circunstancias que concurren, señalando que la condena impuesta no reúne los caracteres de pena grave (necesitaría superar los 5 años) y que, pese a su "historial delictivo", Oubiña "siempre ha acudido a los llamamientos judiciales" y no ha huido nunca de los permisos carcelarios de los que ha disfrutado en su larga estancia en prisión, 17 años, 10 meses y 15 días.
Oubiña confía "plenamente en la justicia"
Destacan además que el narcotraficante cuenta "con domicilio y arraigo familiar conocido", además de que durante la vistilla ha manifestado su intención de no evadirse de la justicia.
"Confío plenamente en la justicia, yo no me voy a ir a ninguna parte porque tengo dos hijas mayores que crecieron sin padre y madre y quiero terminar mis días con ellas", ha manifestado Oubiña en la vista esta mañana, según han informado fuentes jurídicas.
El condenado ha asegurado que no se va a marchar a ningún sitio porque no le da la gana y porque ha cumplido su condena "sumada aritméticamente", y ha insistido en que ya no aguanta más.
La defensa de Oubiña, Joaquín Ruiz Giménez, que ya ha recurrido la sentencia de la Audiencia Nacional ante el Tribunal Supremo, ha argumentado que si esta nueva condena se suma a todas las condenas que ha cumplido su cliente, al hacer la refundición de penas habría traspasado las tres cuartas partes que exige la ley para acceder a la libertad condicional.
Por tanto, ha explicado, cuando la nueva sentencia fuera firme Oubiña estaría en situación de acceder a la libertad condicional.
Asimismo, el letrado ha asegurado que el narcotraficante no dispone de medios económicos para la "desmesurada" fianza que el fiscal ha solicitado para él y ha señalado que la retirada del pasaporte o el control telemático son medidas alternativas que permiten una "solución razonable".
La Audiencia Nacional lo ha condenado esta vez al considerar probado que Oubiña planeó junto a su esposa Esther Lago, fallecida en el año 2001, "la forma de aflorar y dar apariencia legal a los fondos procedentes de las operaciones de narcotráfico que se encontraban a su disposición en el Banco Popular de Melilla".
Además, el tribunal ha absuelto al hijastro de Oubiña, David Pérez Lago, para el que la Fiscalía Antidroga pidió tres años y medio de cárcel, así como a otros cinco acusados, mientras que ha condenado también por blanqueo de capitales a Emilia Cano Carmona a tres años y tres meses de prisión, y a pagar una multa de 53.970,89 euros, y a María del Carmen Daponte García a tres meses de cárcel y a pagar una multa de 32.058,13 euros.