El déficit del Estado central alcanzó en los siete primeros meses del año el 4,62% del PIB, lo que supone más de un punto por encima del objetivo que se había marcado hasta ahora para todo el año, aunque disponía precisamente de un punto de margen para el conjunto de las administraciones.
El desfase hasta julio se corresponde a unos ingresos por importe de 52.177 millones y unos gastos de 100.694 millones, es decir 48.517 millones de euros con lo que el déficit es un 25,8% superior al registrado en el mismo periodo del año pasado.
La secretaria de Estado de Presupuestos, Marta Fernández Currás, ha dicho que estos datos permiten garantizar que se está cumpliendo la reducción de déficit dictada por Bruselas.
Más allá del detalle de ingresos y gastos, llama la atención que Hacienda haya ofrecido como referencia del límite de déficit de la Administración estatal el 4,5%, según las informaciones de Efe y Europa Press.
Hasta el mes pasado, el Gobierno seguía fijándose como objetivo el 3,5% de déficit, el mismo que se marcó cuando el objetivo del conjunto de las administraciones (incluidas comunidades autónomas, muncipios y Seguridad Social) era del 5,3%. Ese límite fue ampliado en junio al 6,3% por la UE, aunque el punto de margen, según señaló hace un mes la propia Fernández Currás, quedaba para "enjugar el (eventual desvío del déficit) del conjunto de los cuatro subsectores que comportan la contabilidad nacional".
Las comunidades autónomas pidieron después de esa revisión de Bruselas que se les relajara su objetivo, del 1,5% para este año, algo que el Gobierno les negó. Por su parte, los municipios tienen este año como límite de deuda un 0,3%.
A la espera de la subida del IVA
Sobre las cuentas concretas del Estado, Hacienda destaca que la liquidación de la financiación de las administraciones territoriales de 2010 ha supuesto para el Estado un gasto de 9.130 millones, 0,9 puntos de PIB, por las mayores transferencias.
Por partidas, los ingresos por impuestos directos y cotizaciones sociales suman un 5,3% más que hace un año; el IRPF un 2,3% más; y el impuesto de sociedades, un 23,8% más. Mientras, los ingresos por IVA han caído el 9,2%, una recaudación que Hacienda cree que mejorará en los últimos meses por la subida de tipos que entra en vigor este sábado 1 de septiembre. Por impuestos especiales se ha ingresado el 5,9% menos.
En cuanto a gastos, el pago por transferencias corrientes -dirigidas sobre todo a comunidades autónomas y Seguridad Social- se incrementó el 25,9%; los gastos financieros aumentaron el 115,9% por el volumen de la deuda, los tipos de interés y los vencimientos; y los gastos de personal crecieron el 0,4%.
En términos de caja --fórmula que considera los ingresos y los pagos cuando efectivamente se han realizado--, el déficit hasta julio se ha situado en 30.956 millones, el 2,95% del PIB..
Por otra parte, la Seguridad Social tuvo un superávit de 2.375 millones de euros hasta julio, lo que supone un descenso del 32,3% con respecto al mismo periodo de 2011, según datos publicados este mismo día por el Ministerio de Empleo. La Seguridad Social tiene como objetivo el equilibrio presupuestario.
Para cumplir con la reducción del déficit comprometida con la UE (desde 8,5% del PIB del año pasado) y que parece exigir también el mercado para reducir la presión sobre la financiación del Estado, el Gobierno decretó el mes pasado drásticas medidas de reducción de gasto público --que se suman a otros muchos planes en el mismo sentido en los dos últimos años-- y que por ahora han agravado la recesión de España y están generando un creciente rechazo social.