El Gobierno de Portugal ha llegado a un acuerdo para prestar asistencia financiera a la Región Autónoma de las Azores por importe de 135 millones de euros destinados a refinanciar la deuda de esta región, debido a las dificultades de la región para lograr liquidez en el mercado.
Según ha informado el propio Ministerio de Finanzas luso, este préstamo podría ampliarse en 50 millones de euros adicionales en caso de que sea requerido por el archipiélago, que cuenta con un Ejecutivo propio en virtud del estatuto que le otorga autonomía política y administrativa dentro de Portugal.
"En contrapartida de esta ayuda, esta región autónoma se compromete a cumplir las metas de reducción del déficit conforme al Programa de Asistencia Económica y Financiera y de consolidación de las cuentas públicas" del propio estado portugués, rescatado a su vez por la UE y el FMI en la primavera de 2011.
Además deberá reducir el número de trabajadores públicos y sus remuneraciones, según ha detallado el Ministerio de Finanzas luso, en línea con lo solicitado por la troika.
Rescate de las Azores
El memorando firmado con Lisboa prevé, además de lo anterior, "penalizaciones en caso de incumplimiento" de algunos de los puntos que figuran en el acuerdo, lo que se castigaría con "un agravamiento de los costes de esa asistencia financiera".
La petición de ayuda de las Azores surgió a principios de este año como consecuencia de los problemas de la región para acceder a financiación en el mercado -a través de emisiones de deuda pública-, y ha sido negociada con Lisboa desde entonces.
La región está formada por nueve islas en las que residen cerca de 250.000 personas, representa en torno al 2% del PIB luso -en torno a 3.800 millones de euros- y su principal actividad económica es el turismo.
Segundo rescate tras el de Madeira
El Estado portugués, que a su vez se encuentra bajo asistencia financiera de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional desde 2011, se ha visto obligado a rescatar a sus dos regiones autónomas, Madeira y las Azores, debido a sus dificultades financieras.
En el caso de Madeira, a los problemas para acceder a los mercados y emitir deuda pública se sumó el descubrimiento de varios desvíos en sus cuentas, lo que elevó el rescate de Lisboa hasta los 1.500 millones de euros.
Además del importe de la ayuda, otra diferencia entre ambos rescates es que Madeira está sujeta a un programa de ajuste especifico que debe cumplir con severas medidas de austeridad.
Portugal atraviesa la considerada como peor crisis económica de su historia moderna y sufre una severa recesión, con una caída de su PIB en 2011 del 1,7% y un retroceso para este año que se estima superior al 3%. El desempleo se ha disparado hasta el récord del 15%.