En Siria, según la oposición más de un centenar de personas han muerto en las últimas horas a causa de los bombardeos y disparos de las tropas del régimen en distintas provincias del país. En Damasco la situación es tensa y confusa.
El Ejercito está recuperando algunas de las zonas que en los últimos días habían conquistado los rebeldes. También en Alepo, la segunda ciudad del país, hay combates en la calle.
Este sábado, los rebeldes del Ejército Libre Sirio se han enfrentado a las tropas gubernamentales en Alepo, la segunda ciudad del país, y en algunos puntos de su provincia, donde han conseguido el control de varias zonas cercanas a la frontera de Turquía.
Retirada táctica para evitar bajas
Los rebeldes reconocen que han tenido que retirarse del barrio de al-Midan, en Damasco, aunque aseguran que se ha tratado de una retirada táctica para evitar una matanza de civiles, ya que dicen que las fuerzas de Bashar al-Assad lo estaban bombardeando de forma indiscriminada.
El viernes, el consejo de seguridad de la ONU aprobó por unanimidad prorrogar durante un periodo final de 30 días la misión de observación de Naciones Unidas.
Además, el secretario general, Ban Ki-moon, ha anunciado que va a enviar a Siria a un emisario para evaluar la situación en el país.
Ban se ha mostrado muy preocupado por el aumento del número de víctimas y de refugiados.
En los últimos días, más de 30.000 sirios se han visto obligados a abandonar sus hogares. Muchos de ellos vivian en Damasco y han buscado amparo en el Líbano, cruzando el paso fronterizo de al-Masnaa.
Otros refugiados han llegado al aeropuerto de Bagdad, en varios aviones fletados por la compañía nacional iraquí.