Los tribunales de Pekín han desestimado este viernes la apelación del artista y disidente chino Ai Weiwei a la multa de 15 millones de yuanes (casi 2 millones de euros) que se le impuso por supuesta evasión fiscal, ha informado a Efe su abogado, Pu Zhiqiang.
El Tribunal de Distrito de Chaoyang ha rechazado la demanda de Ai, de 55 años, contra el Buró Fiscal de Pekín, después de que éste multara por impago de impuestos a su empresa (Beijing Fake Cultural Development Limited) que comercializa sus obras de arte.
Ai alegaba que en el proceso se actuó con arbitrariedad y por motivos políticos, por ejemplo impidiéndole asistir a la audiencia del caso por su propia apelación, el pasado 20 de junio.
En la noche del jueves, la Policía informó a Ai por teléfono de que tampoco podría estar presente en la lectura del veredicto, ha indicado a Efe su abogado, quien ha señalado que apelarán la sentencia en tribunales superiores.
Tras conocerse la decisión, el artista ha declarado a la prensa que el veredicto muestra que China "todavía no tiene procesos legales básicos ni respeto a la verdad".
"La justicia entera está envuelta en la oscuridad", ha asegurado el creador, famoso por haber colaborado en el diseño del Estadio Olímpico de Pekín y protagonista de exposiciones en varias capitales europeas.
Ai también informa de la sentencia en su contra en su cuenta de Twitter, en la que es un activo comentarista, en la que asegura que apelará "hasta que no pueda hacer más" y señala que "las autoridades se han equivocado". "Los políticos y jueces saben que los protagonistas finales de esta tragedia no seremos nosotros", agrega.
Activista ciega escapa de su arresto
Por otra parte, una activista china, ciega al igual que el disidente Chen Guangcheng, ha escapado de su detención, según un grupo de derechos humanos de Hong Kong.
Li Guizhi, de 57 años, fue detenida en la ciudad fronteriza de Shenzhen, al sur del país, el pasado 1 de julio cuando intentaba entrar sin permiso en Hong Kong para sumarse a una manifestación.
Li lleva años exigiendo a las autoridades una investigación sobre la muerte de su hijo, que falleció súbitamente en 2006 y cuyo cuerpo fue incinerado rápidamente sin que se le permitiera verlo.
La activista intentaba entrar en Hong Kong para difundir su causa en la manifestación que marcó el aniversario de la devolución del territorio a China por parte del Reino Unido, en 1997.
Tras ser arrestada, Li fue recluida en un hotel en su provincia natal de Hebei (noreste de China). Cuando sus guardias relajaron su custodia, unos familiares la ayudaron a escapar del edificio, según la versión de Liu Weiping, portavoz del grupo Alianza para la Protección de los Derechos de los Ciudadanos Chinos.
"El 17 de julio, alrededor de las cinco de la madrugada, Li consiguió escapar del hotel con la ayuda de sus familiares. La Policía les presiona para que la entreguen", ha explicado Liu.
Li Guizhi se encuentra "en un lugar seguro" en Hebei, pero sus familiares temen que volverá a ser detenida pronto. "Su estado de salud es terrible, y tiene asma. Su asma se agudizó cuando la cogieron", ha añadido Liu.
La Policía china no ha informado aún del caso. La seguridad interior china ha cometido algunos errores durante este año, que culminaron en abril cuando el activista también ciego Chen Guangcheng consiguió escapar de su arresto domiciliario y pidió asilo en la embajada de Estados Unidos en Pekín. Chen finalmente recibió permiso de las autoridades para viajar a EE.UU. junto a su familia.